No podemos evitarlo. Los moteros somos adictos a las motos más potentes, más innovadoras, más atractivas, más equipadas... Pero hay lugares en los que las motocicletas suponen simplemente una solución de movilidad barata, rápida y asequible, especialmente en países en vías de desarrollo donde los ciudadanos necesitan una gran movilidad.
Este es el caso de Kenya, donde Charles Ogingo, Robert Achoge y James Ogola, estudiantes de la Universidad de Nairobi, han desarrollado una plataforma llamada Ecotran. En un país donde lo que sobran son las horas de sol, Ecotran supone una solución accesible para gran parte de los ciudadanos con la que poder desplazarse sin tener que depender de los combustibles fósiles.
70 km de autonomía con cada batería
Uno de los grandes impedimentos a salvar por los diseñadores es que en Kenya no hay tantas gasolineras como estamos acostumbrados ni un suministro constante de electricidad capaz de soportar la demanda de estas pequeñas motos, así que para ampliar el rango de acción de sus motos solares también han creado solarineras donde poder recargar los scooter adaptados.
Este punto de recarga cuenta con 40 unidades fotovoltaicas, cada una capaz de generar 250 Watios de electricidad. La energía que se va produciendo se almacena en baterías que posteriormente se transforma en movimiento a través de estas pequeñas motos eléctricas gracias a un sistema de baterías reemplazables.
Para no tener que quedarse conectados durante la recarga, cuando una Ecotran llega a la estación de recarga puede reemplazar su batería gastada por otra al 100%, pudiendo cambiar una por otra en cuestión de segundos. A cambio, con cada batería estas motos pueden recorrer una distancia de 70 km.
Estos tres estudiantes formalizaron su idea en 2014, cuando crearon la sociedad Pfoofy Solar para presentarse como una alternativa sostenible para afrontar el cambio climático en la Escuela de Negocios Strathmore de Nairobi. Desde entonces llevan peleando para conseguir extender su idea inicial.
Ecotran ha sido premiada por el Fondo para el Desarrollo de Estados Africanos con 100.000 dólares por su ingenio y destinaron ese proyecto a la creación de 40 nuevas unidades importadas desde China. Cada una de estas motos se alquila a conductores que previamente pasan un curso de seguridad vial, ya que la mayoría de los casos los motoristas de Kenya no pueden permitirse una moto en propiedad ni recibir formación como conductores.
Una solución más barata y más saludable
El coste que cada usuario tiene que afrontar con Ecotran es aproximadamente un 40% más barato que en el caso de una motocicleta con motor de combustión y, además, cada usuario está contribuyendo a la reducción de las emisiones contaminantes causantes del cambio climático. El único pero que le ponen los usuarios es la escasa aceleración incapaz de hacer frente a pendientes ascendentes.
Una gran aplicación de esta iniciativa es en el sector de las moto-taxi, un negocio boyante en Kenya que crea cientos de trabajos, entre 2005 y 2011 se ha incrementado un 40% la venta de motocicletas y en 2011 supusieron un 70% de los vehículos nuevos registrados en el país.
Indirectamente y más allá del cambio climático, "la polución ambiental afecta a la salud de los residentes de áreas muy contaminadas como Kisumu (la tercera ciudad más poblada de Kenya) o Nairobi" según Shem Wandiga, investigador de la Universidad de Nairobi.
Las enfermedades y muertes (unas 176.000 al año) inducidas por la contaminación causan unas pérdidas económicas que se estiman en 15 millones de dólares al año de acuerdo con un estudio realizado por la propia Universidad de Nairobi en 2014, que también afirma que en Kenya, el 39 de la polución ambiental está producida por el tráfico rodado.