Poco a poco KTM se ha ganado un hueco entre los fabricantes de motos. Sin hacer demasiado ruido y con una filosofía 'Ready to Race' con mucho ADN de offroad, la firma austriaca ha ido ganando cuota en diferentes mercados hasta convertirse por derecho propio en un pequeño gran monstruo en lo referente a cifras de ventas.
KTM ya es más grande que BMW Motorrad, ha derrocado a Harley-Davidson y duplica las ventas de Ducati y Triumph juntas, pero lo mejor de todo es que en tres años quieren vender el doble de lo que están vendiendo ahora.
261.000 unidades en 2018; 400.000 unidades en 2022
Las cifras están ahí y nos dejan un dato aplastante según recoge Bloomberg: KTM ha fabricado 261.000 unidades en 2018, una cifra a tener muy en cuenta considerando que aún las ventas de motos no han repuntado desde la crisis.
Poniéndola en el contexto de la competencia, KTM se mete de lleno a liderar el top de ventas de una marca no asiática, desbancando de este trono a Harley-Davidson, quien vendió en 2018 228.051 unidades, dejándose un 6,1% de ventas con respecto al año anterior, en el que despacharon 242.788 unidades.
Puede que estas cifras sean bastante escuetas si las comparamos con las 20 millones de motos que Honda es capaz de vender, así como las 5,4 millones de unidades de Yamaha, pero es revelador darse cuenta de que KTM ha superado de largo a un grande de la industria como BMW Motorrad, quien en 2018 vendió 165.566 unidades y que en 2020 espera alcanzar las 200.000 unidades vendidas.
Estos resultados tan positivos en KTM son en gran parte gracias a la inteligente estrategia de producto que los naranjas están siguiendo al servirse de Husqvarna y Bajaj. Por un lado la firma sueca les permite redoblar su gama con productos que utilizan las mismas bases que KTM, mientras que en el otro extremo Bajaj se encarga de producir y afianzar los productos de baja cilindrada en los mercados asiáticos.
Lo que sí hay que tener en cuenta es que el beneficio de KTM se ha quedado en 1.750 millones de dólares, lo que es muy inferior a los 5.000 millones de dólares conseguidos por Harley-Davidson. Y es que la línea de producto de KTM y su estrategia de precios bastante agresiva dejan unos márgenes de beneficios bastante más escuetos.
Así pues, no es de extrañar que KTM se haya planteado un proyecto a largo plazo en MotoGP. La pequeña marca austriaca comenzó su andadura en las competiciones de asfalto de manera tímida con el supermotard para después utilizar su experiencia en motores de dos tiempo para entrar en el mundial de 125 centímetros cúbicos y asentar la popular Red Bull Rookies Cup.
Los éxitos logrados por sus 125 cc les animaron a continuar con el cambio a Moto3 y los propulsores de 250 cc y cuatro tiempos con los que han demostrado que también han sabido ser competitivos. Más recientemente han desplegado una enorme ofensiva en Moto2 y en MotoGP con prototipos propios que ya han conseguido ganar carreras en la categoría intermedia y podios en la categoría máxima.
Con esto KTM está afianzando cada vez más su imagen de marca deportiva, pasional y relacionada con el mundo de la competición, algo que trata de trasladar a sus productos de calle y cuyos resultados pueden gustarte o no a simple vista, pero guardan siempre una fuerte personalidad y tratan de estar a la vanguardia tecnológica.
KTM pretende seguir expandiéndose y ahora conseguirá ir un paso más allá con la creación de un nuevo scooter eléctrico junto a Bajaj que debería aportar una inyección extra de ventas y la imagen de ser una marca vanguardista. Y no se duermen en los laureles, porque KTM quiere llegar a 400.000 unidades vendidas en 2022.
Entre tanto, Stefan Pierer ha dejado un mercado a su competencia al asegurar que Ducati y Triumph deberían dejar de luchar entre ellos con productos similares si quieren dejar de ser pequeñas marcas, puesto que las ventas de las otras dos marcas europeas ni se acercan a KTM: 53.000 unidades para los italianos y 61.500 unidades para los británicos.