Las mejoras en conectividad, asistencia electrónica, ergonomía y equipamiento marcan un antes y un después en la forma de entender los viajes largos
Desde que apareció en el catálogo de Yamaha, la Tracer 9 GT se ha ganado un lugar entre las grandes ruteras de espíritu deportivo. Su equilibrio entre dinamismo y confort la han convertido en una opción sólida para quienes recorren muchos kilómetros sin querer renunciar al disfrute.
Ahora, en 2025, la sport-touring de Yamaha eleva el listón con una actualización profunda, que va mucho más allá del aspecto. Este nuevo modelo introduce mejoras clave en conectividad, asistencia electrónica, ergonomía y equipamiento, marcando un antes y un después en la forma de entender los viajes largos sobre dos ruedas.
Una moto que piensa con claridad
El nuevo panel TFT de 7 pulgadas marca un cambio importante en la relación entre piloto y máquina. Tres modos de visualización, conectividad 5G y compatibilidad con la app MyRide convierten el cuadro en una herramienta de control avanzada.
El comportamiento de la moto se ajusta de forma automática al tipo de conducción y al estado del firme, tanto en tramos rápidos como en ciudad o zonas reviradas
Desde ahí, se accede al navegador Garmin con mapas descargables y visualización integrada, a las actualizaciones de software (sin pasar por el taller) y a la configuración personalizada de distintos parámetros. Todo fluye desde un punto central, sin cables ni atajos.
Uno de los avances más relevantes está en la parte ciclo. Las nuevas suspensiones electrónicas semiactivas KYB están gestionadas por el sistema KADS (KYB Actimatic Damper System), que analiza en tiempo real velocidad, inclinación, frenada y aceleración.
A partir de esos datos, adapta la respuesta de horquilla y amortiguador trasero para optimizar la estabilidad y el confort. El comportamiento de la moto se ajusta de forma automática al tipo de conducción y al estado del firme, tanto en tramos rápidos como en ciudad o zonas reviradas.
La iluminación sigue esa misma lógica: el nuevo sistema Matrix LED adapta el haz de luz según la inclinación y el trazado. Mejora la visibilidad en curvas y aporta un refuerzo de seguridad importante en entornos urbanos o viajes nocturnos.
Equilibrio entre potencia, precisión y comodidad
El motor tricilíndrico CP3 de 890 cc mantiene su carácter afinado y progresivo. La entrega de potencia está gestionada por una unidad IMU de seis ejes que coordina sistemas como el control de tracción, el ABS en curva, el anti-wheelie y los modos de conducción.
El cambio rápido bidireccional (quickshifter) de serie permite subir y bajar marchas sin embrague, mejorando la respuesta y reduciendo la fatiga en trayectos largos.
En el plano ergonómico, se alarga el subchasis trasero en 50 mm, mejorando la estabilidad con carga o acompañante. El asiento ha sido rediseñado para ofrecer mayor soporte, los retrovisores mejoran en visibilidad y el manillar ajustable permite adaptar la postura a distintas tallas y estilos. Todo responde a una lógica de uso prolongado, pensada para quienes pasan muchas horas en carretera.
Maletas laterales rígidas integradas, puños calefactables, control de crucero, caballete central, toma USB-A… La lista de equipamiento completa una propuesta pensada para funcionar en invierno, verano o a media tarde en mitad de un puerto. Cada elemento tiene una función clara y suma al conjunto.
La Yamaha Tracer 9 GT 2025 no busca llamar la atención con artificios. Se reafirma como lo que es: una moto preparada para hacer muchos kilómetros, con más inteligencia mecánica, electrónica y funcional que nunca.
Imágenes: Yamaha