La Suzuki Hayabusa es una bestia. En su día fue la moto más rápida del mundo. Sigue siendo rápida, rapidísima, de hecho, aunque ese título sea para la Kawasaki H2. El caso es que es la moto más utilizada para todo tipo de preparaciones. Hasta en microcoches.
Precisamente en un microcoche eléctrico han conseguido encajar el motor de cuatro cilindros de la Suzuki Hayabusa. Es probablemente una de las creaciones más bestias que nos ha dado el mundo de las preparaciones últimamente.
Carreras a lo bestia con un microcoche eléctrico... Que no es eléctrico
De los creadores del carrito de golf con el motor de la Yamaha R1 o del 'tuk-tuk' con motor de la Hayabusa, llega el microcoche Busa. La base es un CitiCar, un pequeño vehículo eléctrico bastante singular de la época de 1970. Sí, en esa época ya existían los pequeños coches eléctricos.
Pues de ser un modesto coche de ciudad ha pasado a ser una bestia temida en las 'drag-races' yanquis. Que se lo digan a 'Vasily Builds', el protagonista que se dedica a montar todo tipo de cacharros en su garaje.
Su idea inicial era bastante loca: montar el motor de una Hayabusa en la parte trasera de este coche, y ver si funcionaba. Evidentemente, hace falta bastante conocimiento y habilidades en soldadura y mecanizado para hacer que tales hazañas sean prácticas.
El proyecto lo inició hace ya bastantes meses; lo ha ido subiendo a través de distintos vídeos en YouTube. Ahora, tras muchos meses, lo ha logrado. Pero las ha pasado canutas hasta poder dejar el proyecto en un estado decente de rodaje. Porque rueda, y hasta compite.
Entre sus labores, reforzó el chasis, instaló el motor en la parte trasera, soldó una jaula antivuelco, añadió asientos y arneses de competición y unas cuantas virguerías más. Pero lo más brutal es el motor de cuatro cilindros y 175 CV de potencia.
Preparados, listos... ¡Ya! Tras los últimos preparativos, Vasily lleva su invento a una carrera de 'drag-race' para pelearse contra otros muscle americanos y otros coches preparados hasta arriba. Hasta con un Tesla. De hecho, la Hayabusa es potente, pero no es la que más carreras gana.
La aventura de Vasily no termina ahí. En la última parte del vídoe, este decidido chaval se anima a llevarlo hasta México. Hasta lo mete en el McAuto y lo lleva por las calles (algo completamente imposible en España sin homologar). Una aventura épica, siempre con el ronroneo de la Hayabusa.
Imágenes | Vasily Builds