Imagínate ir de ruta con tu moto y que de repente veas por el espejo retrovisor a dos deportivas de muy alto rendimiento que te dan el alto; es la policía. No es un spot publicitario, es lo que te podrías encontrar en Grecia a partir de ahora.
La policía del país cuenta con un arsenal de vehículos de alto rendimiento que proceden de incautaciones. En vez de subastarlas, muchas se las quedan para cazar a los cacos. Las dos últimas, una BMW S 1000 RR y una Yamaha R1M, dos de las bestias más radicales de cada marca.
También guardan otros dos halcones japoneses en el garaje de la policía
En España y prácticamente cualquier otro país de Europa es raro ver motos deportivas como herramientas de patrullaje para las policías de cada país. Sin embargo, en Grecia se las gastan de otra manera, y tienen un parque móvil de auténtico vicio. Y no solo hablamos de las dos protagonistas del titular.
Aunque en España también sucede con otros vehículos, cuando las autoridades incautan un vehículo, tienen la posibilidad de subastarlo, o bien quedárselo para sus funciones. Aquí es habitual que lo hagan con coches u otros vehículos, pero nunca hemos visto que haya sucedido con motos de alto nivel.
En Grecia sí, y la policía se ha adjudicado sendas Yamaha R1M y BMW S 1000 RR que proceden de vehículos incautados y que ahora entran al servicio de la ley. Hablamos de una japonesa que es la más bestia de su gama con 200 CV, y una alemana con 210 CV. A ver quién es el majo que se escapa de ellos.
Pero es que no son las únicas motos que tienen en su flota. La policía de allí cuenta con una unidad llamada 'Equipos de Prevención y Control de Tráfico' (OTPTA), que es el equivalente a la Guardia Civil de Tráfico en nuestro país. Pues entre las candidatas encontramos un par de Suzuki Hayabusa de primera y segunda generación.
Las utilizan primordialmente para persecuciones de alta velocidad en la que los coches o motos 'normales' y al uso no pueden competir. Las dos nuevas motos no irán pintadas con la serigrafía de la policía, sino que las utilizan más bien como motos camufladas o para ocasiones muy puntuales. Surrealismo en estado puro.
Lo más radical que hemos visto cerca de nosotros es la Kawasaki H2 SX SE que utilizan los agentes de policía en Finlandia. Una bestia que no tiene nada que envidiar con sus 200 CV y 140 Nm de par motor, pero estas sí, revestidas con los colores de la policía y cargadas hasta los topes de instrumentos policiales.