¿Una Yamaha RZ350 o una Aprilia RS250? Esta pregunta podría llevarnos a una conversación sin fin de colegas en un bar y en la que al final no tendríamos una respuesta clara sobre qué elegir. Pero ahora, aparece esta Yamaprilia propiedad de Gareth Evans y que parece que ha encontrado el equilibrio entre lo mejor de Italia y Japón.
Del país transalpino nos quedamos con el chasis de aluminio de la RS250 y del país del sol naciente con espectacular motor de dos tiempos de RZ350. Con esto parece que esa conversación de bar ya tiene respuesta, aunque seguro que alguno lo haría a la inversa, ¿pedimos otra bebida?
Mitad japonesa, mitad italiana
Cuando eres ingeniero mecánico, este tipo de proyectos parece que se hacen un poco menos cuesta arriba, y eso es lo que le ha pasado al propietario de esta obra que nos traen nuestros compañeros de Bikeexif. Evans se ha fabricado él mismo algunas de las piezas que ha empleado en la construcción de la moto y eso le da más carácter todavía.
Entre las piezas de fabricación propia nos encontramos el subchasis trasero, las abrazaderas triples, el soporte de la pinza de freno trasero, el resbalador de la cadena, etc… y por supuesto, el carenado es de fibra de carbono y todos los tornillos y las tuercas de la moto se han fabricado en titanio.
Entre las piezas que provienen de donantes, están las horquillas Öhlins que son de una Ducati Panigale o el amortiguador trasero del mismo fabricante, un Öhlins TTX. Los frenos son unos Brembo con discos de 320 mm en la parte delantera y mordidos gracias a una bomba RCS19. Las llantas son unas BST fabricadas en fibra de carbono y completan la lista de elementos pata negra de la Yamaprilia.
EL motor no se ha librado tampoco de pasar por una reconstrucción y han aprovechado para instalarle unos componentes internos de alto rendimiento y aunque no se conocen las cifras sobre la potencia o sobre el peso final de todo el conjunto, estamos seguros de que es una combinación explosiva en cuanto a rendimiento y sensaciones.
Fotos | Bikeexif
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