Todos, por lo menos los que tenemos mas de 30, recordamos el famoso final de carera entre Kevin Schwantz y Wayne Rainey en Hockenheim en 1991.
Schwantz, nacido en Tejas en 1969, en el seno de una familia que regentaba un negocio de maquinaria agricola y de jardinería, es poseedor de 25 victorias en Grandes Premios, 21 vueltas rápidas de carrera con récord, 29 Poles y 1 Campeonato Mundial en 1993. Su irrupción en los Grandes Premios fue en 1986 y permaneció en activo hasta mediados de 1995.Tras su retirada, todavía permanece ligado a la marca de su vida, Suzuki y todavia se le puede ver probando motos de GP para alguna revista. Su único campeonato del mundo en la categoría de 500cc lo ganó en 1993 pero de una manera trágica, ya que Wayne Rainey tuvo un accidente que lo dejó postrado en una silla de ruedas y no pudo defender su liderato.
Su dorsal, 34, que heredó de su tio Darryl Hurst, piloto de Dirt Track, fué durante muchos años sinónimo de piloto de carreras expectacular. Por culpa de su fogosidad y de su poco sentido del riesgo no pudo alcanzar mayores glorias, pero es de esos pilotos que marcan una época. Y la suya fué una de las mejores de las últimas décadas del siglo XX, junto con Wayne Rainey, los últimos coletazos de Wayne Gardner y el esperanzador inicio de un tímido chaval australiano, Mick Doohan.
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