Pisó unas naranjas mientras iba en moto y se cayó. Ahora el Ayuntamiento, que le ignoró, tiene que pagarle un dineral

Pisó unas naranjas mientras iba en moto y se cayó. Ahora el Ayuntamiento, que le ignoró, tiene que pagarle un dineral
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La estabilidad en moto es muy frágil. Cualquier objeto o resto que haya en la calzada puede ser muy peligroso. Hasta unas naranjas. Que se lo digan al motorista que iba circulando por Córdoba y sufrió una caída por culpa de los "restos, y no pocos, de naranjas aplastadas, con su natural líquido resbaladizo".

Pues reclamó al ayuntamiento, que no le respondió. Ahora el juez ha condenado al consistorio local a indemnizar al afectado, y no solo eso, sino que tiene que pagarle la reparación íntegra de la moto, más IVA.

Más de 3.000 euros por lesiones, y 1.500 euros de chapuza en su Vespa

Hasta el líquido de una naranja te puede llevar al suelo encima de una moto, literalmente. La estabilidad sobre dos ruedas se compromete rápidamente porque las ruedas pierden tracción en superficies resbaladizas. Con una naranja puede que no pase nada; con cientos de ellas y su líquido, sí. La moto derrapa, se pierde el control... y al suelo, según relatan medios locales.

Este motorista se acabó cayendo por muchas naranjas aplastadas sobre un pavimento de adoquines. Así que demandó. El juez sentencia a la empresa municipal de limpieza, que recogió la fruta pero "o no se llevó a cabo en plenitud o algo falló", recalca.

Así que les han obligado a pagar 3.178,94 euros por las lesiones causadas al motorista, así como a pagar el costo de la reparación de IVA.

Oranges

El juez se ha basado en el informe pericial de la Policía Local: "Había restos, y no pocos, de naranjas aplastadas, con su natural líquido resbaladizo, sobre el pavimento de adoquines", detallaron los agentes.

Así que el juez ha dictaminado que "la moto pudo resbalar, perfectamente, sin maniobra alguna extraña (ni frenado -no se observaron huellas por la policía-), por ese efecto deslizante o resbaladizo del pavimento de la calzada (no se olvide, adoquinado)" y que "el potencial peligro no estaba señalizado".

El motorista estuvo 48 días de baja para sanar el pie malherido. La Vespa en la que circulaba terminó con una reparación de más de 1.500 euros.

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