El hobby de este jubilado es instalar cohetes y motores a reacción a todo lo que se mueve. Y tiene loco hasta a los ingenieros

El hobby de este jubilado es instalar cohetes y motores a reacción a todo lo que se mueve. Y tiene loco hasta a los ingenieros
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El mundo de los hobbies es casi tan amplio como la imaginación de quienes los pratican... El caso es que hay gente a la que le da por montar en bici, a otros en moto, o mientras unos disfrutan de una colección de LEGO, a otros les gusta hacer puzzles. Y luego está Robert Maddox, 'Rocketman' o 'el hombre cohete'. Su hobby es un tanto especial; particular.

Lo de hombre cohete no es porque haya ido a la luna, pero podría hacerlo si quisiera. Su hobby es meterle un motor turbo a todo aparato que se mueva. Desde una bicicleta, hasta un trineo de Santa Claus, pasando por motos, karts y hasta retretes, literalmente. Se lo pasa pipa, y se lo hace pasar pipa a los demás, porque su canal de YouTube es un hervidero.

"Llevo tapones para los oídos. Una vez me rompí el tímpano al arrancar un motor"

Este jubilado hace creaciones tan espectaculares como se ven. Especialmente al atardecer, cuando se puede ver el contraste los bordes ardientes de fuego que rugen desde la parte trasera de sus inventos con motor a reacción. Además, dice que, por efecto y seguridad, le gusta conducirlos de noche.

Tiene más de 60 años, y lleva construyendo este tipo de máquinas desde hace medio siglo, literalmente. Fue a los 10 años cuando empezó a construir aviones de madera en una balsa propulsados por cohetes. ¿La culpa? De unos dibujos animados que hacían explosiones. Se lo tomó en serio.

"Fueron mi mayor influencia. Durante la Guerra de Vietnam, había cazas en movimiento y explosiones sónicas, y me fascinaba todo lo que tuviera empuje. De joven, empecé a experimentar con motores a reacción", cuenta a The Drive.

Actividad que empezó a compaginar con leer enciclopedias; Maddox es una de esas personas de mente brillante a la que se le quedan pegadas las palabras en la memoria. Empezó a descubrir la adrenalina cuando a los 20 años hizo el primero de 2000 saltos en paracaídas, y se dio cuenta de que para saltar más lejos necesitaba un motor de avión a reacción. Suena loco, pero es verdad.

"Busqué y no encontré otro motor a reacción que no fueran micromotores para aeromodelismo, y eran muy caros. Recordé haber leído sobre un pulsorreactor en la enciclopedia y decidí construirlo yo mismo basándome en lo que sabía", sigue narrando.

Robert 1 2025

Y así creó su primer motor a reacción con 23 kilos de empuje. Saltó de un avión con él. No una, ni dos veces, sino tres. "Si pudieran ver mi cara mientras describía la experiencia, mi expresión se parecería a la del famoso retrato de Edvard Munch en el cuadro El Grito", bromeó, no tan en broma.

Desde entonces, no ha parado de inventar movidas. Su canal de YouTube es la mejor hemeroteca posible. Sus vídeos son solo de sus inventos, y hay unos cuantos. Él lo sabe: "No da miedo, porque llevo mucho tiempo haciendo esto y me siento bastante cómodo. La gente ve mis videos y conecta con este viejo loco en el desierto y deja comentarios geniales".

Tampoco es que le gusten mucho los tecnicismos; sus vídeos son cortitos y al pie. Te enseña su invento, lo prueba y se acabó. Sus últimas creaciones son el trineo de Papa Noel, una especie de ataúd de Halloween chopper con ruedas o un kart. Todos ellos con motores a propulsión.

Imágenes | YouTube

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