Los eléctricos son aburridos, los eléctricos no tienen alma, los eléctricos no pueden ser emocionantes... Hay infinidad de frases asociadas de manera más o menos desafortunada a los vehículos eléctricos generalmente fundamentadas sobre el desconocimiento. ¿Por qué un coche o una moto no pueden ser divertidos?
El vídeo que os traemos a continuación es un ejemplo práctico en el que podemos ver a una de las motos más radicales de los últimos años, una Kawasaki ZX-10R, peleándose contra no uno sino dos Tesla Model S. El resultado es ciertamente humillante para aquellos que piensan que una moto deportiva siempre va a ser más rápida que un coche, y especialmente más rápida que un coche eléctrico.
Las carreras en circuito
Lo primero es dejar claro que por mucho que a los americanos les guste jugar a los corre-rectas, las carreritas se tienen que hacer en circuito, no en vía pública y rodeados de tráfico. Lo segundo es que el conductor de la Kawasaki podría hacerlo mejor, está claro.
En cualquier caso, la moto es capaz de superar con relativa facilidad al Tesla Model S P90D, de 539 caballos, pero cuando el conductor del Model S P100D gris aprieta el pedal del acelerador y saca de paseo sus 776 cv la Ninja no puede hacer otra cosa más que ver cómo el coche se marcha hacia el horizonte ante la incredulidad del motorista.
Recordemos que la Kawasaki ZX-10R Ninja de 2010 que aparece en este vídeo ofrecía una relación peso potencia de las mejores de su época (como si 2010 fuera el siglo pasado) con unos generosos 180 caballos medidos al cigüeñal contra 208 kg de peso en orden de marcha.
En principio la relación peso/potencia jugaría a favor de la motocicleta, pero el Tesla guarda dos poderosas armas secretas asociadas a su motorización eléctrica. De una parte su entrega de par motor constante desde cero revoluciones, y de la otra la tracción integral e inmediata a las cuatro ruedas.