La temporada de HRC en el Campeonato del Mundo de Superbikes no está siendo todo lo positiva que se esperaba. El segundo año con la nueva Honda CBR1000RR-R sigue teniendo a Álvaro Bautista muy lejos de la lucha por la victoria, e incluso de los podios, y eso frustra al talaverano que ve como se esfuman sus opciones de ser campeón.
En Misano llegó el mejor resultado de la temporada para Bautista, un sexto puesto en la primera carrera del fin de semana que no satisface las expectativas generadas con el proyecto. Y Bautista ya reconoce abiertamente que esperaban mucho más de Honda en esta segunda temporada con la nueva, y a priori prometedora, moto.
Bautista reconoce que estuvo a punto de llorar tras el FP3 por la frustración
"Creo que todos en Honda, y me incluyo a mí mismo, esperábamos más de esta temporada, pero hemos entendido que no hemos dado ese paso adelante en comparación al año pasado", decía Bautista nada más bajarse de la moto en esa carrera en la que acabó sexto. En Honda no están las cosas como para celebrar posiciones tan retrasadas.
Bautista volvió a hacer una carrera de menos a más, como ya es característico desde que se pasó a Honda. En las últimas vueltas, y con una maniobra bastante arriesgada, pudo pasar a la BMW M 1000 RR de Tom Sykes para que Honda al menos le ganase la batalla a la marca de Munich, pero ahí quedó todo.
El español pone el foco en que "he dado muchas vueltas detrás de otros pilotos, pero si estoy solo puedo hacer mi ritmo, que sin ser fantástico, es aceptable. El problema es que tengo que quedarme tres o cuatro vueltas detrás de un piloto". Algo curioso, porque la Honda CBR1000RR-R es una moto que incluso con un motor en línea le mira a los ojos al V4 de la Ducati Panigale V4 R.
La prueba de que las cosas no están funcionando en Honda es que los resultados de Leon Haslam también son paupérrimos, con solo dos top diez en las nueve carreras que llevamos. El equipo satélite, el MIE Racing, directamente ha decidido dejar de correr durante unas carreras hasta que crean que pueden dar un rendimiento digno.
Bautista se queja de las dificultades que tiene para salir de las curvas, donde no encuentra grip. De hecho, llega a reconocer que "al terminar el FP3 estaba a punto de llorar. La moto era muy inestable, sobre todo en frenada". El gran problema que explica Bautista es que en un campeonato de motos derivadas de serie, traer piezas nuevas no es una opción.
Mientras que Ducati, Kawasaki y Yamaha ya han ganado carreras, e incluso BMW ha merodeado el podio, la Honda sigue siendo el patito feo de la categoría. Van últimos en el mundial de marcas a 16 puntos de BMW, mientras que en la clasificación por equipos les supera hasta el GRT, la estructura satélite de Yamaha. Toca trabajar muy duro en Tokio.
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