He de confesar que en algunos momentos de desesperación con mis Vespas he pensado en hacer algo así, pero nunca me he atrevido. Menudo engendro se ha marcado este con lo que parece una Vespa Iris y algunos cachos de otra procedencia. La pena es que el esfuerzo de crear este side car se ve un poco desvirtuada por la horrorosa pintura que le ha aplicado, que padece mas digna de una Rat Bike que de una bella scooter clásica italiana. En fin, para gustos los colores, y como soy daltónico...
Vía | Motoblog.it