Cuando en 2007 tres ingenieros se juntaron para fabricar una motocicleta eléctrica tenían claro que lo que iban a construir tenía que ser la mejor moto eléctrica del mercado. En su tablero de dibujo escribieron que querían conseguir una moto capaz de alcanzar las 150 millas por hora (240,14 km/h) y una autonomía de 150 millas (240,14 km) Estos objetivos implicaban conseguir una densidad de almacenaje de energía y una gestión de la misma para la que no había nada preparado en aquél momento. Había nacido Mission Motors, la compañia que daría a luz la Mission R unos años más tarde.
Como consecuencia de aquella idea en 2010 crearon Mission Electric Performance Technology (MissionEVT) una división de la compañía original que se dedica a crear software, componentes y circuitos integrados para el manejo de los motores eléctricos. Tanto éxito tiene la empresa que varias compañías del sector de los vehículos eléctricos utilizan su tecnología.
Viendo las fotos de esta Mission R desnuda se puede apreciar que esta moto eléctrica no es fruto de un diseño al tun tun, si no que han sabido aunar conceptos que ya han demostrado en el mercado su validez con las necesarias soluciones para una moto así.
En un principio comentan que para diseñar una moto hay que aunar tres conceptos;
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Los componentes básicos; motor, chasis, suspensión, ruedas, frenos, manillar, reposapiés y demás.
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La geometría; que es la relación espacial entre los diferentes componentes, sus medidas y las trayectorias en las que los componentes se mueven. Osea que estamos hablando del avance, el lanzamiento de la horquilla, la distancia entre ejes, los recorridos de las ruedas, el centro de gravedad y alguna otra cosa más.
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Los “paquetes”; que son los espacios que ocupan los componentes y su geometría pero deben encajar entre sí. Esto se traduce en que necesitas definir el angulo de la horquilla para que la moto pueda girar con velocidad. El paquete ergonómico que permite que el piloto se sitúe cómodamente (todo lo cómodo que puedas ir en una moto de carreras) El paquete aerodinámico, que protege tanto al piloto como a los componentes de la moto del viento que se genera al alcanzar una velocidad. Y por último el paquete de montaje y acceso a los componentes, porque no puedes hacer una moto con cosas en su interior y que luego no puedas llegar a ellos para repararlos.
Los dos primeros conjuntos no distan mucho de una moto convencional, con su geometría y básicamente una forma de moto que no nos es extraña a la mayoría de la gente. Dónde si que se varía sustancialmente el diseño es a la hora de colocar los componentes dentro de la moto. Y cómo podéis ver en las fotos que acompañan este post las baterías ocupan un buen espacio. Ya que van situadas en lo que sería el depósito de una moto convencional y sobre dos plataformas que unen los dos lados del minúsculo chasis multi-tubular. De esta manera van protegidas en caso de accidente por una de las partes más duras de cualquier moto.
Justo sobre el punto donde pivota el basculante está instalado el motor eléctrico y una reductora, que junto con la electrónica necesaria es el auténtico propulsor de la moto. El basculante mono-brazo también esconde algunos refinamientos, como el sistema de tensado de la cadena, que funciona linealmente en lugar de con excéntricas. Y que es una autentica obra de arte fabricada por Speedymoto en aluminio fresado.
A vosotros no se pero a mi me encanta este diseño, por lo compacto y lo limpio que queda. Ya sea con la moto completamente armada o desnuda mostrando todas sus vergüenzas. Y si encima es capaz de rodar a casi 240 Km/h con sus 141 CV y 155 Nm de par motor es lo más parecido a una moto con motor convencional que se haya fabricado por el momento.
Me vayan poniendo una que me la quedo.
Vía | Asphalt & Rubber, Missión Nude; Asphalt & Rubber, Missión R Swingarm
Más información | Mission Motors
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