Hay personas que le tienen verdadero pánico a subirse a un avión. Eso es que no conocen el aeropuerto de San Bartolomé, que en realidad se llama Gustavo III. Allí los pasajeros no son los únicos que tienen miedo; hasta las motos que circulan por la carretera lo tienen. Literalmente.
Los aterrizajes en esta pista ubicada en el pueblo de St. Jean, en la isla caribeña de San Bartolomé, van al límite. Tan al límite que las motos tienen que agachar la cabeza para que las ruedas del avión no peguen contra sus cascos. Y no es broma. Para los incrédulos; hay pruebas gráficas.
Aviones a escasos metros del casco de tu moto
Imagínate el panorama: vas circulando con tu moto por una pista aledaña a un aeropuerto. De repente, un estruendo sobre tu cabeza. Es un avión que está aterrizando. Pero suena tan cerca de tu oído que levantas la cabeza y está literalmente encima de ti. Tanto que casi te roza el casco.
Es a lo que pilotos de avión, pasajeros, transeúntes y hasta vehículos se enfrentan cada vez que una de las decenas de vuelos comerciales regionales y chárter aterriza en la paradisiaca isla. La mayoría de naves no transporta más de 20 pasajeros, que probablemente cierran los ojos al notar que la nave empieza a aterrizar.
Un reto meter y parar un avión en una pista de solo 640 metros, lo que obliga a los aviones (más bien ligeros) a preparar el aterrizaje prontamente. De hecho, debido a lo estrecha y corta que es la pista, se les entrena concienzudamente para aprender a aterrizar sin peligro aquí. Aunque eso va implícito.
El caso es que la pista es tan corta y está tan pegada a la carretera que los aviones tienen que invadirla prácticamente, poniéndose a escasos dos metros del suelo llegado un momento. Para prueba de ello, lo que le pasó a un turista en 2016.
Un hombre, atraído por lo espectacular del asunto, decidió fotografiar el evento. El intrépido fotógrafo se puso a pie de carretera, justo en el borde. En ese momento, la rueda del avión golpeó la mano del fotógrafo. Un milagro porque bien podría haber haberle golpeado en la cabeza unos centímetros más abajo.
"El tipo me mostró las marcas del neumático en su mano. Pero no le creí. Solo cuando vi las imágenes después y vi lo cerca que estaba, le creí. No creo que sepa lo afortunado que fue de que no le golpeara más fuerte", dijo el hombre que capturó la escena con su cámara 360 en declaraciones al Daily Mail.
Pero no solo se ve el peligro que supone para el hombre, que se la jugó poniéndose al borde. También capturó lo peligroso que es para las motos y el tráfico en general, pues las tomas muestran a un motorista teniéndose que agachar para no acabar siendo golpeado mientras el avión desciende rápidamente.
Y no es la única vez. En otro vídeo también se puede comprobar cómo un avión le pasa a escasos metros de la cabeza. De hecho, hay varios reportes de personas y vehículos que han resultado heridos y dañados por la peligrosidad del asunto. Porque retrasar la circulación con un carril adicional unos metros más atrás, no parecen contemplarlo.
Imágenes | YouTube, Politano