Han pasado muchos años sin que Reino Unido vea coronarse a uno de sus pilotos en MotoGP. Y no han sido pocos los que lo han intentado. Desde James Toseland a Cal Crutchlow o Bradley Smith, los británicos no han terminado de tener la suerte de ver a uno de los suyos como Campeón del Mundo. De hecho, si lo llevan tan bien es sólo porque dominan con firmeza en la categoría de Superbikes. Pero, ¿sabéis quien es el Hombre del Año para Motorcycle News, la revista rerencia en las islas?
No ha sido ninguno de sus pilotos de MotoGP, ni si quiera Tom Sykes tras hacerse con su primer título de SBK. El Hombre del Año ha sido nada más y nada menos que Tai Woffinden. Un chico de 24 años del que poco o nada se ha escuchado por el sur europeo. Tai es la última perla británica del motociclismo y en 2013 se proclamó Campeón del Mundo de Speedway.
Nació y pasó sus primeros años en Scunthorpe (Inglaterra) pero ha pasado buena parte de su carrera en Australia, donde comenzó a competir en la categoría ovalada cuando tenía 12 años. En 2006 sus padres decidieron que la mejor opción para dar el último empujón a su talento era volver a Reino Unido para competir en el campeonato nacional británico y dar el salto a categorías internacionales si todo iba bien.
Se alzó con los títulos de campeón británico sub 16 y 21 antes de encarar su mayor reto. Llegó cuando su padre, Rob Woffinden (expiloto de Speedway), se enfrentó a un cáncer que no pudo superar falleciendo en 2010. La carrera de Tai se vino abajo y, como veréis, su personalidad y apariencia han quedado fuertemente marcadas por este hecho. El rol de Rob no era sólo el de figura paterna de un adolescente con talento, sino también el de amigo y testigo de sus mejores y peores momentos.
Pese a todo, Tai logró levantarse de tan tremendo golpe para convertirse en campeón británico y ganarse una de las plazas para competir en los Grandes Premios que señalarían al nuevo campeón del mundo.
Para 2013 Woffinden entrenó como cualquier otro atleta.…y sufrió como tal. Se enfrentó a las caídas y a las lesiones compitiendo a la vez en Gran Bretaña y el viejo continente. Su fuerza de voluntad y una dosis de talento innato le sirvieron para hacerse finalmente con el título que tanto ansiaba (además del británico, algo que no ocurría desde 1992).
Haber elegido a Tom Sykes como hombre del año habría sido lo más sencillo. También lo habría sido elegir a cualquier leyenda del Tourist Trophy. Sin embargo, MCN ha sabido reflexionar antes de señalar y otorga el premio al piloto que, quizás, más lo necesitaba y merecía.
Tanto en la redacción de la revista como nosotros, lectores y aficioandos, somos plenamente conscientes de que gente como Tom Sykes o John McGuinness ven su trabajo reconocido por todas partes.
En ocasiones no son las estrellas del deporte los que necesitan ese aplauso o palmada en la espalda. Si los premios de los medios fueran realmente útiles (y no una excusa para hacer autobombo) o tuvieran algún tipo de función, se darían de tiempo en tiempo a tipos como Tai Woffinden.
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