El mundo del motociclismo está de enhorabuena. Un modelo que jamás se tendría que haber marchado vuelve para reencarnarse siguiendo la misma filosofía que inauguró hace más de una década. La Suzuki SV 650 estará en 2016 otra vez entre nosotros.
El año que viene recuperaremos uno de los iconos populares de principios de siglo para acoger de vuelta con alegría una reencarnación casi perfecta del espíritu SV. Una moto con la que se podrán divertir casi por igual los más novatos y los veteranos.
Suzuki SV 650. Encantado de re-conocerte
Durante sólo dos generaciones las SV 650 (tanto el modelo naked como el semi-carenado) se convirtieron en una de las motos más populares gracias a su ligereza, buen chasis y comportamiento equilibrado. Una moto que también era barata lo que la llegó a ser tan popular entre los recién llegados a las motos grandes como los que buscaban una moto liviana, manejable y efectiva en circuito.
Después Suzuki quiso apostar por otro estilo, tomó una estructura de chasis similar, el mismo motor bicilíndrico con algunas modificaciones, una estética particular y se convirtió en la Gladius. Una moto que no hacía justicia al legado que habían forjado las SV durante años. Pero aquello ya pasó, ¡re-bienvenida Suzuki SV 650!
La imagen de esta nueva Suzuki SV 650 es realmente fascinante por cómo han conseguido aprovechar la esencia de las últimas SV y traerlo de vuelta al presente sin que parezca desfasada. El frontal sigue estando dominado por un único faro redondo, al tiempo que el conjunto de depósito, asiento y colín siguen una línea muy suave y definida. La parte de atrás en cambio sí es más familiar y cuenta ahora con un doble faro como el de las GSX-R.
Tras la pequeña cúpula que enmascara el faro nos encontramos un cuadro de mandos completamente digital con un sabor muy moderno y repleto de información (revoluciones, velocidad, marcha engranada, reloj, trips, temperatura del motor, consumo medio/instantáneo y nivel de combustible).
El chasis vuelve a ser un multi-tubular de acero con tubos más finos y pintado en un discreto color negro. Un negro que también se reparte por numerosas piezas como el motor, el basculante, las botellas de la horquilla, las tijas, el escape y algunas partes de la carrocería para ofrecer una imagen cohesionada.
Los toques de color, mucho más sutiles a diferencia de la Gladius, lo ponen un depósito en rojo y unas líneas del colín en el mismo color en la versión más discreta y otra con un look más llamativo con fondo blanco y detalles en azul (llantas y una línea que recorre la carrocería).
El propulsor bicilíndrico en uve a 90 grados de 650 centímetros cúbicos mantiene la misma base pero recibe numerosas piezas de nueva factura para conseguir, más potencia (75 caballos a 8.500 rpm), más par, menos consumo y una mejora en las emisiones para pasar con solvencia la Euro 4. Entre las novedades tenemos unos nuevos pistones cuyas camisas reciben un recubrimiento de resina anti-fricción, sistema de doble bujía por cilindro, inyectores de 10 agujeros...
Para el arranque han utilizado un nuevo sistema que con sólo apretar el botón durante una décima de segundo el motor de arranque gira lo necesario hasta que el propulsor se pone en marcha. Con la intención de facilitar el manejo a bajas revoluciones y en arrancadas, se ha incluido un asistente a bajas revoluciones para evitar que se cale.
Por último, el peso que arroja sobre la báscula es de 195 kilos para la versión normal y 197 para la versión con ABS, mientras que el consumo se mantiene (según Suzuki) por debajo de los 4 litros a los 100. En definitiva, unas nuevas SV 650 que llegan con una interesante oferta en cuanto a compromiso de rendimiento y sencillez.
No han dicho nada sobre el precio pero tiene la difícil misión de ser una alternativa a la Yamaha MT-07, así que no se podrá situar muy lejos de esta. ¿Volverá la Suzuki SV 650 a convertirse en el icono que fue en su día?
Vía | Suzuki