La llegada de las motos eléctricas están permitiéndonos ver modelos un tanto diferentes a lo que estamos acostumbrados en la actualidad. Sus diseños no tienen por qué depender de un gran tanque de gasolina, aunque bien es verdad que a cambio están las baterías. Lo bueno de éstas es que por su estructura el diseño de la moto puede cambiar respecto a lo tradicional.
Algunos ejemplos de esta nueva estética de las motos pueden ser los prototipos de Curtiss, la BMW Motorrad Vision DC Roadster, esta moto hecha de madera y alimentada con algas, la Fuell Flow o incluso la Banatti Green Falcon, una moto hecha de bambú que nos recuerda a la moto de la que ahora hablamos: la Newron.
Un prototipo que en teoría estará en producción en 2021
La madera es una de las claves visuales de esta moto eléctrica que, de momento no llega a ser ni un prototipo, aunque la idea es que el proyecto se haga realidad en menos de un año, algo que podríamos poner en duda teniendo en cuenta que aún no ha salido de las dos dimensiones.
En esta moto destaca, además del carenado de madera, el gran cilindro de baterías que está integrado dentro del mismo y que están iluminadas por LED. De momento la empresa no ha informado de su capacidad ni de su autonomía.
El motor eléctrico está montado en posición coaxial y envía la potencia a la rueda trasera. Este prototipo tiene un basculante monobrazo y un amortiguador monoblock ubicado en una posición inclinada. Las líneas del carenado de madera se unen en un asiento que no sabemos si sería especialmente cómodo en una versión definitiva o si sujetaría lo suficiente al piloto. La empresa tampoco ha dado a conocer los datos de su potencia, el par motor, su peso, su precio o sus dimensiones.
El nombre de Newron viene de mezclar la palabra neurona y newton (haciendo referencia a la unidad que indica el par motor de Nm), un concepto que encaja con la imagen tecnológica del vehículo eléctrico. Esta moto incluiría un medidor de potencia que controlaría el consumo de energía de la moto dependiendo de la ruta que configuremos en el navegador. De esta forma, si llegamos a unos mínimos de la batería la potencia del motor se reduciría para que no nos quedemos colgados en mitad del camino. El problema aquí es cuando esto pase, por ejemplo, en una autopista.
La empresa que está desarrollando esta moto es francesa y cuenta con la ayuda de Advans Group y Dassault Systèmes. Comenzaron este proyecto en 2016 pero hasta ahora solo hemos visto un diseño de un ordenador, nada tangible. Por eso nos resulta complicado creer que saquen 12 unidades de este modelo en 2020.
De hecho, seguramente como pasa en otras ocasiones, del prototipo al modelo real suele haber bastantes cambios así que habría que ver, si acaban fabricando esta moto, cómo sería el resultado final. Además, siguen buscando inversores que les ayuden a cumplir los objetivos de su negocio, que es aumentar la producción de sus modelos en 2021. De momento parece que todo es papel mojado.