Que el mundial de MotoGP ha cambiado mucho en muy pocas temporadas es algo que a nadie se le escapa, pero incluso se ha llegado a un punto en el que lo que antes entendíamos por tener la mejor moto ha cambiado. Y solo tenemos que fijarnos en lo que pasó en el último Gran Premio de España para corroborarlo.
Tras la carrera de Jerez el español Aleix Espargaró hizo unas declaraciones bastante chocantes: "KTM nos está ganando con una moto que es peor que la mía". Y es que el piloto de Aprilia se está encontrando con que ahora que por fin tiene la moto más rápida de MotoGP, o una de ellas, eso no es lo más importante para ganar.
La Aprilia y la Yamaha vuelan en ritmo de carrera, pero no pueden adelantar
"La moto es muy buena, pero no es compatible con ser agresivo al adelantar o para ir a rueda", se resignaba Espargaró. Aprilia tiene la más dulce de las motos que montan motor V4, y eso que antaño hubiese sido una mina de oro que explotar, ahora está jugando en contra de las posibilidades de Espargaró y Maverick Viñales.
Bien lo sabe también Fabio Quartararo. El campeón de 2021 vuela sobre su Yamaha en ritmo de carrera. Prácticamente no hay circuito en el que no sea el piloto más rápido en el vuelta a vuelta ensayado durante los entrenamientos libres, pero en clasificación su Yamaha está a años luz, y en carrera no puede adelantar.
"Otras motos son lo contrario a la Aprilia. Creo que hay otras motos que no están al nivel de la mía, pero luego en carrera siendo agresivos y cerrando líneas son capaces de tener mejores actuaciones que nosotros", señalaba Espargaró, dando exactamente en el clavo de lo que está pasando en el mundial de MotoGP.
La clasificación, la salida y la potencia. Son las tres claves de la nueva MotoGP aerodinámica, y quien tenga una moto que se adapte a ellas tendrá muchas más opciones de ganar que el que tenga un gran ritmo de carrera, pero no cuadre esos tres check. "La moto en aire limpio es otra. Funciona mejor, gira más, no se cierra la dirección y no sobrecalienta el neumático".
"Cuando tengo aire sucio pierdo la carga y la moto se vuelve muy inestable. La velocidad la tenemos, la moto va muy bien, pero en carrera no consigo sacar el máximo", concluía Espargaró. Ahora será misión de los ingenieros ir contra natura y renunciar a una moto rápida para tener una moto competitiva.
Es el nuevo paradigma del mundial de MotoGP, en el que las motos dulces como Yamaha y Aprilia siguen siendo las más rápidas, pero ya no ganan.