MotoGP Malasia 2014, asistimos a la carrera en directo

¿Te quieres ir a Malasia a ver la carrera de MotoGP? Extraña pregunta que me llegó al correo electrónico un domingo de hace más o menos un mes que inmediatamente tuvo respuesta afirmativa. Así se inició una aventura por medio mundo para llegar a Sepang y ver en directo el GP de Malasia 2014 de MotoGP. Pero no adelantemos acontecimientos, porque hasta llegar al domingo 26 de octubre primero hubo que dar unos cuantos pasos. Lo primero fue enviar un correo de confirmación a Visit Malaysia que eran los que realizaban la invitación y que corrían con todos los gastos del viaje. A continuación preparar el pasaporte, investigar si hacía falta algún tipo de vacuna para visitar Malasia e incluso ir a renovar el carné internacional de conducir por si acaso.

Los preparativos fueron a la misma velocidad que el GP, ya que casi no había tiempo de pensar nada sino más bien de actuar. Con la maleta preparada, salía de casa a las 06:00 h del día 21 de octubre para viajar en tren hasta Madrid, de allí volar hasta París y desde la capital francesa volar hasta Kuala Lumpur con escala en Abu Dhabi. En total unas 17 horas entre los tres vuelos, con esperas intermedias de tres o cuatro horas en cada aeropuerto para llegar a la capital de Malasia sobre las 22:00 h del día 22 de octubre. Allí nos esperaba Sam, nuestro guía local que se encargaría de que los cuatro periodistas que compartíamos viaje fuésemos atendidos como auténticos reyes.

De España asistimos Augusto Moreno de Carlos de la Torre, el conocido redactor, jefe de pruebas, director y actualmente Editor de Negocios Digitales y Consejero Editorial del Área de Motos del grupo Motorpress-Ibérica o lo que es lo mismo, uno de los periodistas más veteranos de la revista Motociclismo. Y un servidor, que no tiene un curriculum tan impresionante pero es capaz de meterse en viajes de este calibre sin pensarlo dos veces.

Del lado francés estaban Frèderic Bagur, Editor Senior de Wild Motorcycles y Jean-François Robert, Ingeniero industrial que en su amplia carrera ha colaborado en proyectos como Honda/ELF, ha diseñado motos todo-terreno, ha formado parte de la asistencia a equipos en el París Dakar y creador de la marca Tucson, que en la actualidad colabora con Moto-Revue. El quinto participante de la expedición era Christophe Dieme, el director ejecutivo de Tourism Malaysia que se vino con nosotros como uno más a disfrutar de este viaje-aventura.

Tras dos días de turismo por la ciudad, en la que puedes ver lugares tan interesantes como las Torres Petronas, el Sentral Market, la fábrica de peltre Royal Selangor o las cuevas Batu, donde pudimos apreciar la singularidad del país y que por sus calles es relativamente difícil cruzarte con una moto de gran cilindrada, llegó el momento de ir hasta el circuito de Sepang. Inaugurado en 1999 tras una construcción en el tiempo récord de 14 meses está situado a 85 km al sur de Kuala Lumpur, la capital. Gracias a su cercanía al aeropuerto internacional de la ciudad está muy bien conectado mediante autopista, autobús e incluso tren. El diseño corrió a cargo de Hermann Tilke y su punto más reconocible es la Torre Petronas que sirve de observatorio sobre la curva 15 que une las dos rectas del circuito.

Cuando llegas a la zona te das cuenta de que las instalaciones son bastante modernas, y están bastante bien conservadas. Aparcas el coche en el parking correspondiente y toca comenzar a andar, como en cualquier otro circuito, con la mochila con la cámara y los objetivos a cuestas. Quizá la única diferencia que te indica que no estás en un circuito europeo es que estás rodeado de gente con rasgos asiáticos que de vez en cuando te miran, porque aquí los europeos somos los exóticos.

Accedes al circuito por la zona comprendida entre las curvas 1 y 14, que es la que forman las tribunas principales y las dos rectas del circuito con la famosa torre al final de la misma. Pero justo antes de entrar en el circuito propiamente dicho pasamos a través de una extensa explanada en la que había organizada una exposición de motor y accesorios digna del mejor salón internacional. Cada marca contaba con una amplia carpa en la que exponer sus novedades aderezadas con modelos femeninas y un amplio repertorio de dependientes de ambos sexos dispuestos a venderte lo que necesites.

La situación resulta un tanto curiosa cuando te cuentan que las motos de cilindrada inferior a los 500 cc pagan un 100% de impuestos y las de más de esa cilindrada están gravadas con un 300%. algo que limita mucho el acceso a esas cilindradas por parte de los ciudadanos del país. Esto implica que en la calle no veas muchas motos de gran cilindrada como ya hemos comentado más arriba, sino pequeños Scooter de idéntica forma pero muy diversos colores. La madre de todas estas es la Honda Cub, que ha ido evolucionando hasta llegar a modelos actuales que rondan los 125 cc, con rueda alta y escapes que suenan como si se tratasen de auténticas Moto3.

Los accesorios como cascos, guantes o monos están a precios más o menos caros para los conductores locales, y para el bolsillo europeo tampoco son gangas. Por ejemplo un casco MDS en fibra de carbono al cambio costaba 225 euros, mientras que un mono Puma completo rondaba los 400 euros. Eso si, el casco contaba con el sello de homologación ECE 22-05 lo que lo hacía perfectamente utilizable en nuestro país. Aunque siempre me quedará la duda sobre si ese sello era auténtico o una de las muchas réplicas que puedes encontrar en cualquier mercado.

Pasado este impresionante despliegue de las marcas, accedes al circuito en si, justo en la zona trasera de la tribuna principal. Aquí, como en cualquier GP disputado en España o en Europa, puedes ver que la carrera que más tirón tiene durante un Gran Premio es MotoGP, porque a primera hora las gradas todavía no están llenas y puedes acceder a tomarte algo en uno de los muchos restaurantes sin tener que hacer cola.

Nuestro grupo, con pases de Paddock/Village podía pasar al otro lado de la recta de meta, para acceder a las salas VIP situadas inmediatamente encima de los Boxes del circuito. La pena es que estos pases no daban acceso a la zona donde los equipos tienen montados sus hospitality ni a las zonas habilitadas dentro del circuito para los reporteros gráficos. La suerte es que el sábado, mientras se disputaban los últimos entrenamientos libres los controles de acceso a la pista eran bastante relajados y nos permitieron entrar hasta la zona de las curvas 1-2 y 3 para sacar una buena colección de fotos de los pilotos de MotoGP y Moto2.

De ahí, y tras pasar por la zona donde nos estaban esperando para el almuerzo, refrescarnos un poco y retomar fuerzas tras el paseo bajo el sol, pudimos acceder al primero de los Pit-Walk que pudimos disfrutar ese fin de semana. En la línea de boxes puedes apreciar que los equipos de Moto3 no tienen casi espacio y los de Moto2 tampoco disfrutan de mucha holgura. Los más amplios y con mayor despliegue son los equipos de MotoGP. Los que reciben más visitas y delante de los que se reúne más número de espectadores.

Una vez acabado el Pit-Walk volvimos a la zona de la tribuna general para ir hasta la Torre Petronas y seguir haciendo fotos. De camino a esta torre pudimos ver que el diseño del circuito desde este punto permite ver la recta de atrás sin problemas y unas cuantas curvas de la misma zona sin tener que esforzarnos. Las motos pasan muy cerca del público, lo que es muy de agradecer si no dispones de unos prismáticos o de un teleobjetivo para la cámara.

Mucho calor que condicionaron los entrenamientos y las parrillas de salida del domingo. El domingo de nuevo tocaba madrugar para llegar al circuito sobre las nueve de la mañana para presenciar las carreras. En el ambiente de primera hora de la mañana se presagiaba que iba a ser un domingo de tensión, primero con Jack Miller acechando el campeonato de Moto3. El australiano nos había concedido unas palabras en la zona VIP el día anterior, y a través de ellas se adivinaba que no da por perdido el título y que de momento sigue estando tranquilo respecto de su paso a MotoGP.

En Moto2 la carrera se presentaba algo más tranquila, más que nada porque Tito Rabat dominó los entrenamientos y con acabar entre los primeros (como así fue) era suficiente. Para MotoGP el run-run que se oía era si Marc Márquez sería capaz de volver a ganar una carrera contra Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo tan fuertes en Sepang. De momento la pole era para el joven prodigio y todo estaba en el aire.

El desarrollo de las carreras no creo que haga falta comentarlo aquí, porque ya se hizo en su momento. Con victorias para Efrén Vázquez en Moto3, Maverick Viñales en Moto2 y Marc Márquez en MotoGP ya sólo queda por decidir el título de Moto3. Si que hay que destacar que en el circuito, mientras se corría MotoGP se podía adivinar quién adelantaba en la pista sin casi mirar. En el momento en el que Valentino Rossi adelantaba a Jorge Lorenzo el griterío de los aficionados era ensordecedor. Pero cuando Márquez dio cuenta de Rossi se hizo un silencio que casi se podía cortar con cuchillo y que sólo lo rompía el estruendo de los motores de las MotoGP. Valentino estará al final de su carrera deportiva (eso dicen algunos) pero todavía mueve muchísimos aficionados y la caja de las ventas de sus productos seguro que no deja a nadie indiferente.

Cumplidas las carreras tocaba volver a Kuala Lumpur y en ese momento pudimos ver todo el despliegue que supone el Gran Premio en la zona, ya que en la autopista en dirección hacia la capital era una auténtica marea de motos de todos los tamaños la que nos iba rebasando. Con matrícula de Malasia la mayoría, pero mezcladas con grupos de motos de gran cilindrada con matrícula de los países más cercanos, porque el GP de Malasia es el único que se celebra en esa zona del mundo y al que se puede acceder con relativa facilidad tras un viaje en moto.

A mitad de camino nos sorprendió una de las espeluznantes tormentas que se dan en la zona y que habían respetado las carreras. Los más valientes seguían rodando bajo el aguacero, pero cuando la cosa se puso más seria la mayoría paró en los espacios que hay destinados a las motos debajo de los puentes que cruzan la autovía. Autovía que además es gratuita para todas las motos. Si gratuita, ya que cuentan con un camino diferente al de los coches cuando llegan a un peaje y en ese camino no hay barreras ni nada para cobrarles. Por suerte para ellos, las lluvias, a pesar de ser bastante fuertes, no duran mucho, con lo que se puede seguir rodando al poco tiempo.

El equipamiento de la mayoría consta de un casco jet con pantalla bastante grande, y una chaqueta que se ponen al revés. Vamos, que la cremallera o los botones quedan en la espalda. Así consiguen ir más o menos protegidos pero con la espalda refrigerada por el tórrido aire que hay en todas partes. Este sistema también permite quitarse la chaqueta rápidamente para dejarla sobre la moto mientras haces algún recado. No parece el más seguro del mundo, pero si uno de los más prácticos. Hay que destacar que el casco se utiliza prácticamente al 100% en las ciudades pero en el campo es otra cosa, ya que te cruzas mucha gente que no lleva nada. Ah, y otro punto curioso es que aunque en la moto vayan dos, tres o cuatro personas el único que tiene obligación de usar casco es el conductor. O al menos eso es lo que nos contaron.

La conclusión de este viaje es que siempre merece la pena asistir a un Gran Premio de MotoGP, y si la carrera se disputa en un país tan exótico como Malasia aún más. Porque me diréis que los circuitos y las carreras son muy parecidas en todo el mundo. En eso estoy de acuerdo, pero la aventura que supone viajar tan lejos, las diferencias culturales que te encuentras y el panorama tan distinto que supone un Gran Premio en Asia lo hacen más que especial. Según me comentó el organizador del viaje el precio total rondaba los 2.500 euros por persona en función de las tarifas de avión. Lo que no lo hace un viaje desorbitadamente caro. Si echas cuentas lo que cuesta una semana en Europa verás que no hay tanta diferencia.

Sólo queda agradecer a Visit Malaysia y a la oficina nacional de turismo de Malasia por habernos invitado a este viaje para descubrir un país tan especial como Malasia. Me queda hablar sobre los dos días que pasamos en el parque nacional de Taman Negara y la visita que hicimos al taller de Red Garage Malaysia. Lo primero lo leeréis en una crónica más amplia en otro blog de la casa y lo segundo se publicará en cuanto sea posible.