Este piloto ha salvado la vida milagrosamente. Tuvo suerte de que su casco usaba una tecnología que la mayoría no llevan

Este piloto ha salvado la vida milagrosamente. Tuvo suerte de que su casco usaba una tecnología que la mayoría no llevan
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Hay accidentes que marcan de por vida. A Johnny Lewis, piloto del American Flat Track, este le marcará de por vida; pero para bien. En plena competición, la moto de un competidor impactó violentamente contra su cabeza, contra su casco.

Pero salió ileso. ¿La clave? Un casco Arai. Literalmente le salvó la vida. Y lo mejor de todo es que, tras analizar el casco y tras un primer vistazo, no parece haber sufrido grandes daños. Esto es una lección para todos los motoristas: un buen casco te puede salvar la vida.

El hecho de que Lewis saliera ileso de aquello no es un milagro. Se llama comprarse un casco bueno

Las imágenes son poco menos que escalofriantes. Sucedió en mayo del año pasado; el informe de Arai analizando los daños acaba de salir hace. En plena carrera, el piloto cae al suelo compitiendo en la 'AFT Ventura National Short Track'.

La moto le tiró al suelo tras golpear un bache en la pista. Mientras se deslizaba por la recta principal con los pies por delante, un grupo que venía por detrás a más de 128 km/h trató de esquivarlo; lo consiguieron. Pero hubo uno que no: Morgen Mischler.

Involuntariamente, acabó chocando con la moto de Lewis. Perdió la trayectoria, y la horquilla de la moto de Mischler acabó impactando contra la cabeza (casco) del piloto que estaba en el suelo. Un tremendo golpe que obligó a sacar bandera roja inmediatamente mientras quedó tendido en mitad de la pista.

Tengamos en cuenta que es un golpe del que el piloto venía a más de 120 km/h. "No me desmayé, estuve despierto todo el tiempo. No me dolió nada en ese momento, y no tuve dolores de cabeza ni nada parecido después. Más tarde, los músculos del cuello empezaron a contraerse y a tener espasmos durante un rato", dijo.

Accidente 1 2025

Ahora bien, viendo las imágenes, nos queda claro que el accidente no fue cosa de poco. Estamparse la cara contra una horquilla a tanta velocidad puede ser mortal. Pero si miramos el casco, no parece que haya sido para tanto; en realidad sí que lo fue. Lo que pasa es que ahí está la diferencia entre una buena marca de cascos y una mediocre.

En un primer vistazo a la foto de Arai Americas Inc., la capa superior de la carcasa fue perforada y fracturada. Pero no pasó de ahí. La visera también se partió, y eso es algo que normalmente no se ve con las viseras de policarbonato ultrarresistentes.

La marca estudia cada accidente y cada caso con el fin de mejorar un poquito más todavía. Lo hacen todas. Pero en el caso de Arai, detallan que el impacto "fue lo suficientemente grave como para fracturar la capa superior de fibra de vidrio de la carcasa exterior del casco", pero que "no se observaron otros daños visibles en la carcasa", recoge Cycle World.

Casco Arai

El hecho de que Lewis saliera ileso de aquello no es un milagro. Se llama comprarse un casco bueno. No es publicidad; es pura construcción y materiales.

Lo que permitió que Johnny Lewis saliera ileso no fue suerte, fue una combinación de diseño y tecnología japonesas. Arai fabrica cada una de sus carcasas a mano, lo que les permite trabajar con más de veinte piezas independientes colocadas estratégicamente en el molde. A esto se suman materiales exclusivos como fibras especiales, resinas de alta resistencia y capas estructurales que no solo protegen, sino que lo hacen sin añadir peso innecesario. Y de ahí que, del golpe, la calota tenga un golpazo que más bien parezca un toque, pero no haya traspasado ni se haya roto al completo. Deberíamos volver a tener en cuenta a la velocidad a la que iban.

Ahora monta todo eso en un casco. Arai es conocido mundialmente. Sus cifras de venta de cascos no son públicas, pero hace cada carcasa a mano. Eso es decir mucho. Veinte piezas de protección. Los cascos de gama baja suelen estar fabricados en materiales termoplásticos como el policarbonato, moldeados en procesos industriales que producen una calota de una sola pieza. Ahí está la diferencia

Otro punto clave es su filosofía de diseño, conocida como "R75". Esto significa que toda la carcasa mantiene un radio de curvatura continuo de al menos 75 mm. ¿Qué implica eso? Que en caso de impacto, el casco tiene más capacidad para deslizarse en lugar de engancharse, lo cual reduce las fuerzas rotacionales que afectan directamente al cerebro.

Otra parte es el interior, que está hecho con espuma EPS de hasta cuatro densidades diferentes en una sola pieza, lo que permite que cada parte del casco absorba el impacto de forma específica.

Imágenes | Arai Americas Inc.

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