La primera moto de la era Gigi Dall’Igna, la Ducati GP15 Desmosedici, no verá la luz hasta el segundo test oficial en el Circuito de Sepang programado para el 23 de febrero. Antes, el 4 de febrero, los pilotos de Ducati usarán la Ducati GP14.3, una versión actualizada de la moto que llevaron durante la temporada 2014 y que le servirá al técnico italiano para seguir recabando información de cara a la nueva moto.
Aunque se ha comentado que este contratiempo puede retrasar el trabajo de puesta a punto y adaptación tanto de Andrea Dovizioso como de Andrea Iannone a la nueva moto de cara a la temporada 2015, Gigi siempre ha sostenido que se necesitaba tiempo para dejar la GP15 lista y ser competitivos, prefiriendo empezar más tarde pero ya con la moto adecuada.
Pero para Andrea Dovizioso esto puede ser un problema ya que han perdido una buena oportunidad de probar la moto en Valencia y así, tener tres meses de desarrollo después de la primera valoración recogida de boca de los pilotos, que es normalmente la forma de trabajar. Ahora quedan a expensas de que la moto funcione a la primera.
Personalmente y con la trayectoria de Gigi Dall’Igna en Aprilia, creando las motos ganadoras en 125cc, 250cc, la RSV4 de Superbikes y posteriormente la ART que también venció con la gorra el campeonato de CRT, le daría un voto de confianza muy grande.
Considerado uno de los mejores ingenieros del mundo en el desarrollo de motocicletas de competición y, seguramente con más medios aportados por los alemanes del grupo Volkswagen para el desarrollo de la nueva Desmosedici, la moto que tome posesión de la pista a finales de febrero puede dar alguna que otra alegría a los italianos.
¿Su mayor problema? Se llama Márquez, Lorenzo, Rossi y Pedrosa. Sinceramente mejores pilotos que Dovi y Iannone y además en sintonía perfecta con la moto. Sus posibilidades se van al 2016 donde como con Bridgestone, puede pillar a más de uno con el paso cambiado.
Vía | Matthew Brit