La verdad es que no soy demasiado amigo de las promociones y todos esos trucos comerciales que hacen que nunca sepas si las cosas valen lo que pagas por ellas. Me gustan mucho más los precios fijos, claros y ajustados. Pero en el mundo de la moto, las promociones de todo tipo están a la orden del día. Creo que son pan para hoy y hambre para mañana, ya que nos educan a todos en que para comprar una moto hay que regatear y pedir descuentos. En fin, doctores tiene la Iglesia y expertos en marketing tienen las marcas, así que imagino que mi visión de usuario debe ser parcial e incompleta.
Pero recientemente me ha llamado la atención una promoción de Harley-Davidson que me ha parecido interesante. Se trata de que si te compras una Sportster antes del 31 de mayo, tienes la posibilidad de que te recompren la moto durante un año por el mismo precio que pagaste por ella si te decides a cambiarla por una Big Twin. La promoción la llaman Ride free for a year. Me parece una iniciativa original y útil.
Muchas personas se sienten atraídas por la experiencia de conducir una Harley, pero dudan respecto a con que modelo adentrarse en ese universo particular. Además, los precios de los modelos Big Twin (Dyna, Fat Boy, Rocker, Electra Glide, V-Rod, etc...) son respetables y, de entrada, constituyen una barrera para tomar la decisión. Gracias a esta promoción, muchos de los compradores de un modelo de la gama más económica, las Sportster, pueden sentir más protegida su inversión y plantearse esa entrada escalonada en la marca.
Como decía, me parece una manera ingeniosade promocionar sus productos y vencer las reticencias de los posibles compradores. No se trata de dar descuentos puntuales. Más bien, se trata de proteger el valor de la compra y dar un tiempo para poder decidir si uno se queda con la Sportster o se anima a cambiarla por una moto más grande. Además, hay que tener en cuenta que las Sportster son auténticas Harley-Davidson con lo que la experiencia de conducir una Harley es completa.
Lógicamente, hay algunas condiciones para poder hacer el cambio, pero creo que todas son razonables: haber firmado el contrato para acogerse a la promoción Ride free for a year, no se recompran accesorios, no haber hecho modificaciones al motor (excepto Screamin’Eagle, las oficiales de Harley-Davidson), un máximo de 10.000 kilómetros, revisiones en los servicios oficiales,...
Se agradecen este tipo de ideas originales que ayudan a proteger la inversión del que se compra una moto: ojalá más marcas tuvieran iniciativas parecidas.
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