Las marcas chinas siguen campando a sus anchas. La impunidad con la que copian modelos europeos y japoneses es tan surrealista que ya ni se molestan en disimular el nombre. La última víctima en ser fusilada, las Ducati Supersport 950, que llega bajo la marca blanca de Ducasu.
Un calco en el sentido más amplio de la palabra. Visualmente tiene un aire bastante reconocible a su gemela perdida italiana, hasta el punto de que los logotipos impresos en toda la moto son iguales que los originales de Ducati. Lo que pasa con estas copias es que están a años luz mecánica y funcionalmente, y también en precio.
La Ducasu DK 400 tiene 25 CV y cuesta un cuarto de lo que vale una Ducati original
Ducati opera en China. Tiene que ser una situación curiosa la de circularpor la calle con tu Supersport 950 y que en un semáforo se te plante al lado una Ducasu DK 400, su gemela perdida china. Y es que nada pueden hacer los de Borgo Panigale por impedir este tipo de copias en el país ante la evidente falta de legislación, pero ese es otro tema.
De un primer vistazo ya podemos intuir que las líneas esculpidas sobre esta deportiva china son un calco a las de la Ducati Supersport, lo que en tamaño algo más pequeño. Los semimanillares son un poco más altos, por encima de la tija, pero el resto es casi idéntico. Desde la doble salida de los escapes, pasando por los alerones integrados en el carenado y hasta los focos con la línea LED. Y ojo porque tiene hasta basculante monobrazo, algo ya demasiado habitual en estas motos chinas.
Ducasu pertenece a Shanghai Jianshe Motorcycle Technology Company Limited, y casualmente no es la primera copia del grupo. De hecho, llevan fabricando desde 1994, que ya son unos cuantos años de experiencia. Entre sus fusiladas hasta hoy solo había motos japonesas: las Kawasaki Ninja 250, la Honda CBR500 o la Yamaha YZF-R6. La Ducasu es la primera moto europea e italiana que se atreven a calcar.
Si te fijas con detenimiento, hasta el logotipo impreso en el depósito y el resto del carenado utiliza la misma tipografía que Ducati, lo que es un descaro a lo bestia.
Sin embargo, cuando hablamos de motos chinas y copias, lo que suele suceder es que están a años luz mecánicamente hablando. Esta no es la excepción, y nada tiene que ver con el trabajo de Ducati. Lejos quedan los 110 CV y 93 Nm de par motor del bicilíndrico Testastretta 11º de 937 cc. En comparación, esta cubica 385 cc y dispone de unos 25 CV de potencia.
La parte ciclo tampoco es que destaque especialmente, con una horquilla delantera invertida y una frenada que no tienen ninguna marca reconocible a la vista. Además, la moto tiene un chasis doble viga de acero, algo más típico de Japón que de Italia.
El precio es otro de los filones de esta moto. Para los asiáticos que no se puedan permitir el precio de una Ducati Supersport 950, con esta lo tienen bien fácil porque tan solo cuesta 2.500 euros al cambio, una cifra muy lejana a los más de 15.000 euros que cuesta la Supersport 950 de serie en España.