Si eres de los que sueltan la mano del manillar para marcarse un buen corte de mangas (¿creías que eras el único? Mira) cuando alguien te corta el paso, mejor piénsatelo dos veces antes de hacerlo en otros países de Europa.
En Alemania, por ejemplo la justicia no tiene sentido del humor para estas cosas, y podrías acabar pagando una multa que te haría replantearte toda tu vida como motero. Hablamos de sanciones que pueden llegar hasta los 4.000 euros. Cuatro mil eurazos por dejarte llevar por la ira y hacer un corte.
Alemania y su tolerancia cero con los insultos
Todos hemos tenido un momento de furia al manillar, ese instante en el que nos sale el instinto primario y queremos expresar nuestra frustración con algún gesto o palabra poco amable. En España, esto suele quedarse en una simple anécdota, pero en Alemania es otro cantar, tal y como recoge SoloMoto.
Según el artículo 185 del Código Penal alemán, los insultos en la calle están considerados un delito, y si el destinatario es otro conductor, la multa puede ser histórica.
Las sanciones no son ninguna broma y los jueces alemanes no se andan con rodeos. Un simple gesto como sacar la lengua puede hacerte soltar 150 euros, mientras que llamar "loco" a alguien te puede costar 750. Si la falta de respeto es mayor y se te escapa un "idiota", el castigo sube a 1.500 euros.
Pero si de verdad quieres vaciar tu cuenta bancaria, mejor evita palabras como "bastardo", que alcanza los 2.000 euros, o el clásico corte de mangas, que puede costar hasta 4.000 euros. Y ojo, porque dirigirse de manera informal a un policía tampoco sale barato: el mal gesto te podría costar hasta 600 euros.
Aunque la sanción máxima por un corte de mangas es de 4.000 euros, lo más común es que se quede en 1.000 euros. Aun así, sigue siendo un buen sablazo. Pero ojo, que el código penal alemán tiene una peculiaridad curiosa: según el artículo 199, si el insulto es mutuo y ocurre en el acto, podría no haber multa para ninguno de los dos. Es decir, si te llaman "idiota" y respondes con un "pues tú más", puede que ambos os vayáis de rositas. Eso sí, demostrar que fue un "intercambio equitativo" no es tan fácil.
En España, la cosa es diferente
Si estás acostumbrado a soltar improperios en la carretera, aquí puedes respirar un poco más tranquilo. En España, la Dirección General de Tráfico (DGT) no contempla sanciones específicas por gestos obscenos o insultos entre conductores. Eso sí, si el destinatario de tu "dedito" es un policía, la cosa cambia: podría aplicarse la Ley de Seguridad Ciudadana y acabar con una multa considerable.
Lo que sí está regulado son conductas agresivas como frenadas bruscas intencionadas o acercamientos peligrosos a otros vehículos, que sí pueden conllevar multas y pérdida de puntos. Pero en cuanto a los insultos... hay bastante margen de interpretación (y de impunidad).
Fotografías: Policía