Uno de los beneficios, quizá el más tangible para nosotros, del tratado de Versalles (Versalles, Francia 1919) fue que la industria alemana que había contribuido al esfuerzo bélico en la primera Guerra Mundial tenía expresamente prohibido seguir fabricando armamento y sus derivados durante 5 años. Esto significó que la Bayerische Motoren Werke que había motorizado a buena parte del ejercito alemán del aire tenía que urgentemente ponerse a fabricar otro tipo de maquinas. De esta manera se inició la incursión de BMW en el mundo de las motos.
En el departamento técnico trabajaba por aquel entonces un joven ingeniero llamado Max Friz que se puso manos a la obra y pronto mejoró el rudimentario motor M2B15 fabricado por BMW y que utilizaban las Helios. Este era un motor bicilíndrico bóxer en línea con el sentido de la marca. Su disposición era toda una pesadilla porque mientras el cilindro delantero se refrigeraba normalmente, el trasero era prácticamente imposible de mantener a una temperatura regular. Friz pensó que girando ese motor 90 grados se solucionarían los problemas de refrigeración. De esta manera había nacido el motor bicilíndrico bóxer transversal a la marcha que hoy todavía sigue utilizando la marca (convenientemente actualizado)
La disposición del motor era tan novedosa que de un solo trazo se eliminaron todos los problemas, e incluso se pudo integrar en el cárter la caja de cambios y el embrague. También se utilizó el sistema de transmisión final por eje cónico, que fue el antecesor del sistema paralever que conocemos en las actuales motocicletas. Al contrario que otras marcas centenarias, el diseño básico no ha cambiado, pero ha sido actualizado hasta convertirse en la máquina precisa que propulsa una moto superventas mundial como es la BMW R1200GS.
Si has llegado hasta aquí te estarás preguntando a santo de que viene toda esta historia. La respuesta es fácil, resulta que el pasado día 1 de octubre se celebró una subasta auspiciada por Bonhams en el museo BMW de Munich, y resulta que en esa subasta uno de los lotes consistía en una BMW R32 de 1925 en perfecto estado de revista. Este modelo es el primero que fabricó BMW entre 1923 y 1926, llegando a comercializarse 3.090 unidades en ese periodo. La subasta esperaba conseguir un precio final por la moto entre 100.000 y 120.000 euros, pero por algún misterioso motivo no se llegó a sacar a la venta esta unidad tan especial.
La moto en su momento era todo un prodigio, que con 494 cc era capaz de alcanzar los 97 km/h gracias a los 8,5 CV y sus 123 kg en orden de marcha. Según los datos oficiales de BMW la unidad puesta a la venta, y que podréis apreciar en la web de Bonhams, fue entregada en el concesionario Creutz & Werner de Chemnitz el 3 de agosto de 1925, pero el número de motor dice que corresponde a una unidad vendida en Telos en Berlín el 5 de junio de 1936.
La moto completa fue adquirida por su actual propietario hace 30 años y la restauraron hace 10 años. Desde entonces pertenece a una colección privada. Hace poco que se volvió a probar en carretera y su propietario dice que se encuentra en bastante buen estado. Por desgracia no tiene documentación, aunque si tuvieses el dineral que piden por ella no creo que sea problema volver a legalizarla para rodar con ella. Porque una moto así creo que merece volver a servir para lo que se fabricó, circular por las carreteras y las ciudades de todo el mundo.
Vía | Moto rivista; The vintagent
Más información | Bonhams (en inglés)
Fotos vía | BMW Motorrad; Wikipedia
En Motorpasión Moto | BMW R32 a 1/5 por Pere Tarragó