A lomos de la Yamaha MT-07 y con mi desconocido pasajero detrás, recorro los últimos kilómetros en busca de un destino incierto. No sé lo que se esconde detrás de aquel lugar que brilla cada vez con más intensidad a medida que nos acercamos, pero en nada estaré seguro que saldré de dudas.
Reduzco la velocidad mientras dudo en un cruce sobre qué camino tomar y oigo como debajo del asiento del pasajero el teléfono móvil repiquetea su incesante tono de llamada. Suerte he tenido de poder alojarlo ahí dentro teniendo en cuenta las dimensiones de mi smartphone. Me pregunto quién me reclamará a estas horas, pero pienso desconectarme del mundo hasta que llegue al fondo de este misterio. O hasta que el misterio acabe conmigo.
Cerca, más cerca. Cada vez estoy más próximo pero ni la pantalla oscura del casco evita que tenga que entornar los ojos a medida que el brillo inunda mi cara. A los pocos metros me veo obligado a parar a un lado de la carretera porque literalmente me es imposible continuar. No soy capaz de distinguir casi lo que tengo un par de metros por delante de la moto y lo mejor será, si es necesario, hacer los últimos metros a pie.
Siento como mi pasajero desciende. Desplego la pata lateral, desconecto el motor de la Yamaha MT-07 y dejo que descanse. Se ha portado maravillosamente bien. Además he podido leer en el ordenador de a bordo mientras me detenía, un consumo de 4,7 l/100 y, teniendo en cuenta que el ritmo no ha sido precisamente de desfile, me ha vuelto a dejar sorprendido. Con sus catorce litros en el depósito y después de recorrer 200 kilómetros, aun tendría casi otros 100 de autonomía teórica.
Me bajo de la moto y dirijo mi mirada a mi misterioso pasajero que tengo apenas a un metro de mi cara. Me mira (o eso creo) igual que lo miro yo a él, con una mezcla de sorpresa e inquietud. Dos desconocidos perdidos en la carretera, cubiertos de la cabeza a los pies, sin que ninguno de los dos se atreva a dar el primer paso.
Tras unos segundos que parecen horas, comienza a levantar su mano derecha. Mis músculos se tensan y la adrenalina comienza a fluir por mi cuerpo. He borrado todo el rastro de cansancio que he acumulado en mi cuerpo en estas últimas horas, mientras espero que precisamente estas no hayan sido las últimas.
Su brazo llega a la altura de mi hombro, donde deja descansar su mano con suavidad mientras una voz con un tono tan metálico y cavernoso que no sería capaz de describir me dice: gracias por traer hasta aquí la Yamaha MT-07.
Aparta su mano y comienza a caminar hacia el destello. Poco a poco lo voy perdiendo de vista a medida que la luz funde su silueta. Cuando apenas es una mancha, creo adivinar que se gira y levanta una mano a modo de saludo o despedida. Automáticamente y sin saber muy bien porqué, mi mano también se eleva devolviendo el gesto. Y desaparece completamente.
Giro sobre mis talones y me quedo de piedra. La Yamaha MT-07 no está y en su lugar veo únicamente mi teléfono móvil que descansa ahora en el suelo. Preguntándome qué es lo que puede haber ocurrido, me doy de nuevo la vuelta como buscando una respuesta que sé a buen seguro que no conseguiré. Y ya no hay nada. Sólo la carretera que continúa su recorrido. Ni rastro de la luz cegadora de hace sólo unos segundos.
El sonido del teléfono me despierta de un sobresalto. Estoy en la cama tumbado, con la ropa de la moto mientras el casco, los guantes y las botas yacen a un costado de esta. Me incorporo mientras mis articulaciones lanzan un grito sordo. Estoy entumecido, dolorido además de física y mentalmente agotado. ¿Qué ha ocurrido realmente?
Recuerdo algo de una Yamaha MT-07, de un personaje misterioso, de una luz cegadora... pero las imágenes parecen no tener sentido porque, si la historia fuese cierta, me acordaría cómo he conseguido volver a casa. ¿Habrá sido un sueño? Son ya casi las 12 del mediodía. Seguramente la MT-09 de anoche me ha dejado más agotado de lo que pensaba.
El teléfono sigue sonando sobre la mesita. Lo alcanzo y descuelgo a a vez que me pongo en pie. Es Nacho, de REVEYMO para decirme que ya ha recibido una de las nuevas Yamaha MT-07 y que si estoy interesado en probarla. Mientras me cuenta que al igual que su hermana mayor, su precio es escándalosamente bajo para lo que estamos acostumbrados, me agacho a recoger los guantes.
Le digo que necesitaré un par de días antes de pasarme por allí. En ese momento algo se desliza de uno de los guantes hasta el suelo. Un papel en el que aparece escrito: LLÉVAME. Entonces... ¿no ha sido un sueño? ¿Ha ocurrido realmente de verdad?
-- 5.599 euros.
-- ¿Cómo?
-- 5.599 euros.
La voz de Nacho al otro lado del teléfono me saca de mi letargo.
-- Te digo que ese es el precio de la moto, y 6.299 euros si la quieres con ABS. Aunque el modelo que tengo aquí tiene varios extras originales que hemos montado tales como las manetas (240 €), las toberas de admisión (33 €), las tapas laterales del radiador (90 €) y el protector de la cadena (99 €).
Tras unos segundos de duda le digo que me espere, que pasó a por ella ahora mismo. Cojo el coche y me planto allí en menos de un cuarto de hora. La Yamaha MT-07 me espera ya fuera con el depósito lleno.
Me pregunta si voy a ir muy lejos mientras yo ya estoy saltando sobre ella. La pongo en marcha y le grito con todas mis fuerzas que se olvide de esta moto, que mañana recibirá una transferencia desde mi banco. Ahora mismo, tengo alguien a quien buscar y encontrar.
Esto fue lo último que Nacho supo de mi, y la luz roja trasera que se alejaba, lo último que vio de la Yamaha MT-07.
¿Continuará...?
Yamaha MT-07 - Ficha técnica
Motor | ||
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Tipo | 2 cilindros, 4 tiempos, DOHC, 4 válvulas | |
Cilindrada | 689 cm³ | |
Refrigeración | Líquida | |
Diámetro x carrera | 80x68,6 mm | |
Relación de compresión | 11,5:1 | |
Potencia máxima | 74,8 cv a 9.000 rpm | |
Par máximo | 68 Nm a 6.500 rpm | |
Alimentación | Inyección electrónica | |
Encendido | TCI | |
Transmisión | ||
Embrague | Húmedo, multidisco | |
Cambio | 6 velocidades | |
Transmisión final | Cadena | |
Parte de ciclo | ||
Chasis | Diamante de acero | |
Suspensión delantera | Horquilla telescópica, 130 mm de recorrido | |
Suspensión trasera | Brazo oscilante tipo eslabón regulable en precarga, 130 mm de recorrido | |
Freno delantero | Pinza monobloque cuatro pistones, disco 282 mm, ABS opcional | |
Freno trasero | Pinza simple pistón, disco 245 mm, ABS opcional | |
Rueda delantera | 120/70ZR17M/C (58W) | |
Rueda trasera | 180/55ZR17M/C (73W) | |
Dimensiones y pesos | ||
Longitud | 2.085 mm | |
Altura | 1.090 mm | |
Anchura | 745 mm | |
Distancia entre ejes | 1.400 mm | |
Altura del asiento | 805 mm | |
Peso en orden de marcha | 179 kg, 182 kg con ABS | |
Capacidad del depósito | 14 litros | |
Consumo medio calculado | 4,7 l/100 km | |
Precio | ||
Precio recomendado de venta | 5.599 €, 6.299 € con ABS | |
Precio unidad probada | 6.061 € | |
Colores disponibles | Deep Armor, Race Blu, Matt Grey, Racing Red, Competition White (unidad probada) |
Yamaha MT-07 - Valoración
.60
A favor
- Relación calidad-precio
- Ideal para iniciarse
- Agilidad
- Equilibrio general
En contra
- Comodidad pasajero
- Vibraciones en ciudad en aperturas de gas
- Cuadro de mandos muy cercano al cuerpo
La Yamaha MT-07 ha sido decido para la prueba por REVEYMO. Los gastos de gasolina han sido asumidos por el editor. Para más información, consulte nuestra política de relaciones con empresas.
El equipamiento utilizado durante la prueba ha sido: Casco Schuberth SR1, protector cérvical Neck Brace ADV II Medium y mono de cuero de AG10Moto.
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