El equipo TRICK STAR japonés vuelve a la carga. Hace unas semanas narrábamos cómo tenían pensado preparar una Kawasaki ZX-4RR de 400 centímetros cúbicos para batir incluso a una H2R. Pues ya han pasado a la acción, y el vídeo es todo un ASMR a la japonesa.
Estos profesionales de la mecánica y de los récords mundiales le han puesto turbo a una pequeña ZX-4RR, y si ya era un placer escucharla y verla rodar con sus 76 CV, con 180 es otro rollo.
Objetivo: 300 kilómetros por hora
Para quien no conozca a TRICK STAR, guardan unos cuantos récords de aúpa en su casillero. Básicamente se dedican a hacer ataques de máxima velocidad basados en los modelos deportivos de Kawasaki, y ya han sacado varios récords mundiales. En 2015 llegaron a los 385 km/h con una H2R; en 2020 a 259 km/h con una mini ZX-25R; y ahora van a por la novísima ZX-4R.
El primer prototipo ya está en marcha. Y es una pequeña gran monstruosidad que merece la pena ver con detalle. La clave en todo este proyecto es el turbo; unitariamente ofrece la misma potencia que la moto de serie cuando se presuriza con el Ram-Air; 80 CV en concreto.
Ahora el objetivo de los japoneses es ir aumentando presión de sobrealimentación y, en última instancia, aspirar a 1,0 khp. Es un reto grande teniendo en cuenta que la presión es de 0,1 khp y se puede esperar un aumento de unos 10 CV. El objetivo son 180 CV, el doble que la moto estándar.
Entre las mejoras tenemos un filtro de aire situado a la izquierda de la turbina; un silenciador personalizado por TRICK STAR; medidores de presión para el turbo; y por supuesto, el turbo situado en la entrada de los colectores.
La teoría nos dice que un turbocompresor para una moto se utiliza para aumentar la potencia del motor comprimiendo el aire de admisión antes de que entre en el motor. Son bombas de aire accionadas por la corriente de escape del motor.
Hay dos factores fundamentales: el calor y la presión de los gases de escape. De ahí su posición. El turbo los absorbe y hace girar las turbinas de la bomba. La rueda se conecta a una rueda del compresor; al girar, también lo hace ella, que gira a velocidades muy altas y comprime el aire de admisión. El aire comprimido, después, se envía a los cilindros. Se dice que es 'gratuita' porque no utiliza nada de la potencia del motor que ayuda a producir.
Habrá problemas; eso seguro. En el anterior reto de la ZX-25R Turbo llegaron a explotar un motor, además de los continuos problemas como el patinaje del embrague.
Ver rodar a este Frankenstein de pruebas es toda una gozada y una experiencia audiovisual. Si bien hoy no van a llegar a los 300 kilómetros por hora, ya nos deja una ligera idea de cómo ruge y tira la pequeña supersport nipona con turbo.