Vale, que igual es porque yo soy un poco antisocial y todo eso, me va más el rollo motero solitario. Pero es que nunca he entendido demasiado esto de las concentraciones. Menos aún cuando las cosas empiezan a desparramarse y la testosterona se apodera de la única neurona que tienen algunos, les empieza a hacer eco en la cabeza y terminan por mostrando con orgullo su mejor sonrisa de cabezabuque.
Ese precisamente el caso del amigo polaco del siguiente vídeo. Nuestro buen Bronislaw (por ponerle un nombre imaginario) ha sido presa de la exaltación del sentimiento motero rodeado de sus camaradas, así que toma por banda a su customizada Suzuki GSXR 1100 del 91 (descanse en paz doblemente, primero por la customización y luego por lo que sale en el vídeo), la pone contra un árbol y... bueno, mejor que lo veáis vosotros mismos.
Sí amigos, toda una lección de cosas que no hay que hacer, al menos según el respeto que tengo a las motos. Lo peor de todo es que Bronislaw aún tiene la cara de echar la culpa a la pobre GSXR, porque según pone en el título el causante del problema fue una "malfunción en un tubo del aceite"... ¡Claro! Seguro que no tuvo nada que ver lo del árbol y todo eso, ¿verdad?
Al menos, lo que está claro es que todos los que hemos visto el vídeo nos llevamos una lección de cómo extinguir un incendio en una moto. ¡Ah, por cierto! Del minuto 4:40 en adelante, cuando la acción ha acabado, podemos ver la reacción de Bronislaw tras el incidente. Creo que no hay nada que decir.
En fin, lo que hay que ver...
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