Hablar de motos japonesas es casi filosófico, tántrico. Hay quienes tienen especial devoción por las marcas de motos niponas. Y para ellos, una noticia que acaba de hacer historia: la moto asiática más cara del mundo acaba de pasar por el martillo de la casa de apuestas Iconic Motorbikes. Y es una muy especial.
Su nombre es Honda NSR500V, y es más cara que una MotoGP. Bueno, porque prácticamente es una MotoGP, pero no de estos tiempos, sino de tiempos pasados.
103 kilos de moto para 135 CV. La Honda más cara de la historia
Iconic Motorbikes es una famosísima casa de apuestas nortamericana. De hecho, les hemos conocido en varias ocasiones. Han vendido auténticas joyas de dos ruedas. Pero esta se lleva la palma, probablemente. Icónicas son las palabras de uno de sus trabajadores: "No puedo creer que esta moto exista, y menos aún que esté aquí".
Esta Honda ha sido comprada por 267.607 dólares, lo que equivale a cerca de 250.000 euros. En consecuencia, es ya oficialmente la moto japonesa más cara de toda la historia. Eso por delante de la mítica Honda RC213V-S, que es literalmente la versión de calle de la MotoGP de Marc Márquez (en su día).
Número de chasis 001, solo existen 22 unidades de esta moto en todo el mundo. Y lo mejor de todo es que está tan impoluta como el día que salió metida en una caja por la fábrica de Japón: jamás ha llegado a encenderse ni rodarse.
Su dueño, que sabía que esto pasaría, la compró directamente al departamento de carreras de Honda, HRC, y desde entonces, la dejó guardada en su caja original sabiendo que con el tiempo, su valor iría al alza... Y efectivamente.
Pero, ¿quién compraría 22 unidades de esta moto en todo el mundo? Pues primordialmente equipos privados de competición. Era una versión algo más asequible de la NSR500 V4, tan asequible que pasaba de 190 a 140 CV. Además, esta podía ser comprada por cualquiera, mientras que la V4 no.
Este modelo en particular era tan ligero como impresionante. Su motor es un V2 de dos tiempos con un ángulo de cilindro de 100 grados con cerca de 135 CV y un peso de solo 103 kilogramos. La clave: uso extensivo de aluminio y fibra de carbono.