Cuando todo parecía perdido, una noticia de última hora nos trae buenas noticias desde el Campeonato del Mundo de Superbike. Después de su ruptura con MV Agusta, Jordi Torres seguirá corriendo en 2019 el WSBK.
La Kawasaki ZX-10RR del Team Pedercini Racing ha acabado en manos de Jordi Torres, un movimiento que casi deja cerrada la parrilla de 2019 con todas las motos oficiales adjudicadas y también las satélite más competitivas.
Jordi Torres se queda en el mundial de Superbike
El simpático piloto de Rubí se quedó con uno de los puestos que nadie quería en 2018. Con la marcha de Leon Camier a las filas de Honda, el Reparto Corse de MV Agusta necesitaba un piloto oficial aunque con condicionantes: sólo un año de contrato y pocas expectativas de futuro.
Cuando MV Agusta confirmó el salto a Moto2 como fabricante de chasis dentro de la nueva etapa de la categoría intermedia del mundial los cimientos del Reparto Corse empezaron a tambalear el proyecto de Superbike. ¿Una fábrica tan modesta como MV Agusta podría mantener un equipo oficial en el WSBK y el proyecto de Moto2? La respuesta parecía obvia.
Fue entonces cuando a Torres le llegó una oportunidad a la que no podía decir que no con la llamada del equipo Reale Avintia para sustituir a Tito Rabat en MotoGP tras su desafortunado accidente en Silverstone, con triple fractura abierta de fémur, tibia y peroné.
Torres ha corrido un total de cinco Grandes Premios hasta completar la temporada 2018 sorteando una pequeña lesión que le impidió correr en Malasia, pero ni un mes después del anuncio de su participación con la Desmosedici en septiembre MV Agusta y el piloto de Rubí anunciaban la disolución de su acuerdo.
Sin un asiento en MotoGP pero tampoco en Superbike, el futuro de Torres parecía complicarse en una temporada especialmente aciaga para los pilotos españoles. Xavi Forés se quedó sin sitio para marcharse al BSB y Román Ramos vio como su moto en el Go Eleven era otorgada a Sylvain Guintoli.
Jordi Torres en cambio sí ha conseguido una plaza in extremis para 2019 con el fichaje con el Team Pedercini Racing para pilotar una Kawasaki ZX-10RR. A sus 31 años Torres intentará demostrar nuevamente que tiene calidad para estar en el WSBK haciendo un gran papel como ya hizo consiguiendo la victoria en su primera temporada con la Aprilia RSV4 RF en Catar.
Ahora Torres se une a una escuadra que si bien es privada es una de las más potentes del paddock y junto a la moto japonesa (la primera nipona con la que correrá desde que llegó en 2015 al WSBK) intentará pelear por el top 5. "Estoy contento de haber encontrado un equipo histórico que compite con una moto ganadora", aseguró Torres. "La Kawasaki es la moto adecuada para el Campeonato del Mundo Superbike y no puedo esperar a probarla para exprimir todo lo que esta moto puede ofrecer en la pista".
Además Jordi ha sido tajante afirmando que confía en el equipo y en que tienen la experiencia para "darme las armas para pelear y sacar a relucir todo mi potencial. Es un orgullo formar parte del Team Pedercini y tengo muchas ganas de empezar a trabajar".