A mita de la tercera etapa del Dakar 2014, es un buen momento para repasar algunas de las historias que ocurrieron ayer así como detalles del fichaje de Cyril Despres por parte de Yamaha y cómo ha sido su periodo de adaptación a la que es la nueva montura para este año. Pero antes, historias de la etapa de ayer entre San Luis y San Rafael.
El gigante nórdico, Pal Anders Ullevalseter, siempre ataviado con su tradicional ropaje verde no lo tuvo fácil ayer. Nada fácil ya que por primera vez en once Dakares ha tenido que abandonar por problemas mecánicos. Sólo se había ido para casa en otra ocasión por una caída y posterior dislocación de hombro. Yo siempre lo he visto como un piloto muy regular, metido en el top10 a excepción del año pasado y con una segunda posición en el 2010.
Pero el Dakar no entiende de experiencia, y a Ullevalseter no se le olvidará el kilómetro 290 de la segunda etapa, lugar donde su motor dijo basta. Ahora se va para casa, con la misma tranquilidad que siempre presentan los corredores nórdicos. Pero seguro que la procesión va por dentro.
Se me ha roto el motor en mitad de las dunas. He decidido irme de inmediato. Pensé en lo típico. En cómo volver a casa… Haciendo autostop quizás...
Más pilotos también tuvieron problemas ayer, como David Malartre. También ha tenido que abandonar pero por un problema denominado vapor lock. Cuando hay mucho calor, la gasolina entra en ebullición y se evapora con lo que no entra en el motor. Y si no hay gasolina, no llegarás muy lejos. El límite será la resistencia física que tengas y que a David se le acabó, necesitando asistencia médica.
Cuando me disponía a atacar el segundo cordón, la moto se ha calado como consecuencia de un vapor lock. He intentado coronar la duna en cuestión al menos 5 veces, pero me ha resultado imposible sortearla en esas condiciones. He optado entonces por desenroscar la tapa del depósito para refrigerarlo, pero nada, no ha funcionado: el motor seguía borboteando y en esas condiciones no hay manera de avanzar. Con todo, habré recorrido cosa de 2 km así, después me he caído una primera vez por falta de potencia y una segunda porque se ha calado el motor. He tenido que emplearme a fondo para salir de esa trampa de arena. He acabado extenuado pero he conseguido avanzar otros 2 km hasta venirme abajo del agotamiento. Poco después llegaban los médicos, me auscultaban y me decían que estaba casi totalmente deshidratado, que no podía continuar en ese estado pues podría volver a caerme y hacerme daño. Prometí a mi mujer y mis hijos antes de salir que no asumiría riesgos innecesarios, así que he aceptado que me evacuaran hasta la meta, con mucho dolor de corazón eso sí. Ha sido año y medio de trabajo y de sacrificios para poder participar en mi primer Dakar y apenas ha durado dos días… Es duro, durísimo. Y lo peor es la sensación de haber defraudado a quienes siguen mi aventura, mi familia, mis amigos, quienes me han acompañado en las sesiones de entrenamiento… ¡Pero volveré, de eso no hay duda! Y de todas formas, mi Dakar no termina aquí, voy a continuar con la asistencia para echar un capote a Bruno Bony, un buen compañero. Dije que llegaría a Valparaíso y eso haré. Aunque no como había soñado…
Otros problemas con la gasolina, pero por falta de un tapón. Brett Cummings perdía el tapón de uno de los depósitos de gasolina y se le llenaba de arena por lo que sólo podía tirar del otro. Y así no tenía suficiente autonomía para llegar a meta. Por suerte y gracias a la ayuda de los espectadores pudo hacer los últimos 25 kilómetros de prestado, a pesar de perder mucho tiempo.
Y lo peor de todo es que es uno de los pilotos malles-motos, o lo que es lo mismo, sin asistencia. Así que una vez en meta, toca quitarse la ropa de piloto, ponerse la de mecánico y preparar el día siguiente.
Lo más duro es que solo hablo inglés. He perdido 30 minutos y me han terminado adelantando los quads que había adelantado yo previamente. Ahora tengo la concentración puesta en encontrar una tapa. Es el Dakar, ya se sabe. Una lucha sin cuartel.
Para el final hemos dejado la noticia bomba de este año que fue el fichaje de Cyril Despres por parte de Yamaha. Divertido como lo contaba ayer en Teledeporte Carlos Sotelo. Según sus palabras, el francés intentaba chulear a KTM diciendo que estaba en conversaciones con Honda. Y los austriacos se deshicieron de él rápidamente. La opción de Honda no cuajó y acababa en la otra marca japonesa, Yamaha, que llevaba un par de años con buenas actuaciones en la primera semana del Dakar pero sin regularidad hasta el final.
Alexander Kowalski, el jefe de filas del equipo Yamaha Factory Racing explica cuánto trabajo han tenido antes de llegar al Dakar, aprovechando la experiencia de Cyril Despres:
Una vez realizadas las primeras pruebas, Cyril ha valorado el trabajo hecho hasta la fecha y lo que faltaba por hacer. Por ejemplo, hemos decidido pasar de un depósito de carbono a uno de aluminio, porque en caso de caída o fuga el aluminio es mucho más fácil de moldear durante una reparación. Lo mismo con el molde de plástico elegido para la parte delantera, que mantiene la transparencia al tiempo que permite realizar ajustes con mayor facilidad en caso de necesidad.
Ayer el corredor francés decía que había preferido ir más lento en la primera etapa, muy rápida, para conservar la mecánica. A tenor de esto el propio Kowalski daba algunos datos:
El empleo de la telemetría permite actuar sobre una serie de parámetros y nuestra prioridad ha sido conservar la máquina. Al igual que un corredor aguantará más tiempo si reduce el ritmo, nosotros hemos trabajado, por ejemplo, en la definición de los reglajes máximos. O en empobrecer la gasolina cuando abordemos etapas en altitud. Pero hasta aquí puedo leer, porque no quiero desvelar todos nuestros secretos de fabricación.
Otro punto en el que se ha trabajado es la posición de conducción ya que la KTM y la Yamaha son muy diferentes. Se han adaptado ambos, tanto la postura como la forma de conducir de Cyril Despres. Así lo cuenta Benjamin Melot, su mecánico:
La envergadura es muy diferente a la de su moto anterior. Por ello, para adaptarse ha tenido que cambiar su posición en el pilotaje. Constatamos que al retrasar el reposapiés, el cambio de equilibrio le ha permitido controlar mejor la moto con las piernas. Es así como se siente cómodo para gestionar mejor las trayectorias. En términos globales, creo que hemos hecho un gran trabajo de mayo a esta parte.
Y de postre, un vídeo en el que los corredores recuerda la primera vez que conocieron el Dakar.
ES - Etapa 2 - Inside Dakar 2014 - Recuerdos de... por Dakar
Vía | Dakar