Si en 2016 Héctor Barberá cerró una de las mejores temporadas de su carrera deportiva y afrontaba 2017 como el año de su confirmación optando a meterse entre los mejores equipos privados, lo cierto es que todo su plan ha quedado finalmente en papel mojado y de cara a 2018 el de Dos Aguas se queda sin asiento en MotoGP.
El equipo Reale Avintia va a hacer una reestructuración completa de su equipo para 2018 con la llegada de Tito Rabat y otro piloto por confirmar, lo que dejará a Barberá sin asiento en el equipo español. El dorsal número 8 reconocía a Autosport en Misano que después de haber disputado siete temporadas en MotoGP abandonará la categoría reina para recalar en Moto2, posiblemente sobre una de las motos de Sito Pons.
Sin experiencia en Moto2, pero con cinco años en 250 cc
En 2016 Barberá consiguió sumar grandes resultados acabando décimo en la clasificación general y obteniendo un fantástico cuarto puesto en el Gran Premio de Malasia pilotando una Ducati GP15. En cambio, el cambio a la Ducati GP16 no le ha venido nada bien, es una moto que "es muy difícil de pilotar" según sus propias palabras.
Es más, cuando Barberá tuvo la oportunidad de correr en el equipo de fábrica sustituyendo al lesionado Andrea Iannone durante los Grandes Premios de Japón y Australia pudo llevar la GP16 oficial y el resultado fueron sendas caídas. "Cuando corrí con la GP16 el año pasado me estrellé en las dos carreras. No tenía buenas sensaciones", reconocía.
Estas sensaciones a la postre se han repetido esta temporada con "mucha vibración en el tren delantero cuando freno fuerte, es imposible empujar. Es el mismo problema todo el año y después de 10 ó 12 carreras así es imposible seguir empujando". La desmotivación de Barberá se refleja en unos resultados muy pobres, con un noveno puesto en el GP de Catalunya como mejor resultado y 21º en la general con sólo 23 puntos, 4 por detrás de Rabat y sólo 5 por delante de Michele Pirro, quien ha disputado sólo dos carreras.
Parece que la misma desmotivación que afecta a Barberá también se puede hacer extensiva a un Loris Baz que prácticamente da por finalizada su salida del equipo Reale Avintia y su regreso a el Campeonato del Mundo de Superbikes, un certamen que en cierto modo echa de menos pero afirma que "lo mejor sería poder quedarme en MotoGP, pero en SBK siempre he conseguido buenos resultados".
Por lo tanto, de los 10 españoles que actual militan en la categoría máxima del motociclismo pasaremos a contar con 9 en 2018 con la salida de Barberá. Aunque Dorna sea una empresa española, ya tiene sus ojos puestos en ampliar su cartera de pilotos hacia otras nacionalidades que se traduzcan en una ampliación de un público venido a menos a causa de la 'curiosa' gestión de derechos.
En las categorías inferiores ya están buscando expandir MotoGP por los países del sudeste asiático a través de la promoción de pilotos con la Asia Talent Cup, por otro lado, la casi segura llegada del belga Xavier Simeon a MotoGP sobre la otra moto del Reale supone tener a dos pilotos de nacionalidades inéditas en el motociclismo moderno con el fichaje del suizo Thomas Luthi por el Estrella Galicia Marc VDS de MotoGP, secundados por un fuerte apoyo económico.