Si echamos la vista atrás, hace algunos años que el alcohol y el tabaco quedaron desterrados del Campeonato del Mundo de MotoGP. Concretamente desde 2004 se prohíbe casi cualquier presencia de bebidas espirituosas en el entorno del máximo exponente del motociclismo y ahora, por primera vez, también fuera de la vida deportiva de los pilotos.
Según el procedimiento médico hecho público recientemente por la FIM, los pilotos ahora deberán someterse a test de alcoholemia dentro de los test anti-dopaje aleatorios que se llevan a cabo. El proceso será sencillo, simplemente mediante una prueba de alcoholemia mediante espirómetro, un "buenas noches, sople hasta que yo le diga" en toda regla.
Hasta 18 meses de suspensión por positivo
Para elegir a los pilotos se escogen tres al azar antes de cada Gran Premio de la temporada dentro del periodo de competición establecido por la FIM que va desde 12 horas antes de subirse por primera vez a su moto y hasta 30 minutos después de acabar la carrera.
En caso de que cualquier piloto de una tasa superior a los 0,10 gramos por litro se someterá a una segunda prueba que podría llegar a devenir en una suspensión de 18 meses, además de la descalificación inmediata de la prueba en la que tuviera lugar el positivo.
Al menos la FIM, para no complicar las cosas, excluye el consumo de alcohol en las celebraciones del podio. Algo que ya puestos podrían mirar también ya que se ponen.