Es complicado pasar por alto la situación que está viviendo el equipo Movistar Yamaha MotoGP dentro de la temporada 2014 del Campeonato del Mundo de MotoGP. Cuando eres el segundo equipo más poderoso del corral, vienes del subcampeonato en 2013 y antes de eso te has coronado tienes que tener mucho cuidado con según que cosas para evitar los errores. Por lo que parece la mala suerte se está cerniendo sobre el equipo y ayer mi compañero Luis os hablaba sobre el peor inicio de temporada de Jorge Lorenzo. Ahora toca hablar sobre el caso de Valentino Rossi.
Il Dottore es perro viejo y sabe como gestionar momentos de crisis y trabaja bien bajo presión, de hecho es el mayor especialista metiendo presión a sus rivales cuando las cosas se tuercen, pero ahora mismo no se qué pensar. La temporada 2014 es la primera desde el año 2000 en la que Rossi trabaja sin Jeremy Burgess después de haber roto su relación y seguro que eso influye mucho en el devenir del piloto italiano.
Valentino Rossi y los comienzos esperanzadores
Los fríos números están ahí y para algo están, todo es cierto porque hay que sumar al fin y al cabo. A día de hoy Valentino Rossi va tercero en la clasificación general después del segundo puesto conseguido en Catar y el octavo de Estados Unidos. Son 28 puntos los que ha sumado por los 50 del líder, Marc Márquez. ¿Son pocos?, sí, obviamente podrían ser más, pero el devenir de la temporada 2014 de Rossi depende mucho cómo afronte las siguientes carreras.
He sido durante mucho tiempo un declarado rossista, ahora ya no tanto porque he perdido el gusto por los fanatismos, aunque en mi corazoncito siempre espero poder ver a Valentino Rossi dando guerra en los puestos de cabeza haciendo gala de aquel talento imparable de hace años. Pero si os digo la verdad, creo que esa esperanza se va difuminando igual que las probabilidades de ver a Rossi pelear por el primer puesto. No es que sea malo ni mucho menos, no se le ha podido olvidar montar en moto, el problema es la avalancha de talentos más jóvenes que le están haciendo palidecer. Ahora tiene que lidiar con unos Jorge Lorenzo, Marc Márquez y Dani Pedrosa con más empuje. Por lo menos Casey Stoner ya se ha ido.
El año pasado vivimos una situación idéntica con el dorsal 46 cruzando segundo la línea de meta de Catar para acto seguido pelear regularmente, a lo sumo, por los cuartos puestos. No es fácil adivinar lo que va a pasar de aquí en adelante aunque tengas una bola de cristal pero me gustaría que encontrase la puesta a punto idónea para al menos estar más cerca en cuanto a ritmo vuelta a vuelta. Ojalá y el mal resultado de Texas haya sido por una mala elección de neumático delantero, porque si por el contrario ésta va a ser la tónica general habrá que irse buscando otro ídolo mediático. ¡Qué triste es ver cómo se apaga una estrella!
Por cierto, que yo me se de uno que apunta maneras en cuanto a carisma para sustituirle.
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