Solo es el último ejemplo de una larga lista de casos que se han repetido en las últimas temporadas. Que Maverick Viñales y Yamaha rompiesen un contrato que tenían firmado hasta 2022 ya no sorprendió a nadie, porque cada vez es una práctica más habitual. En los últimos años tenemos ejemplos para aburrir.
De hecho, todo hace pensar que en los próximos días tendremos otro caso, ya que Franco Morbidelli, que tiene contrato con Petronas para el 2022, es el gran favorito para sustituir a Viñales en el equipo oficial de Yamaha. Una anomalía que cada vez lo es menos y que está restando mucho valor a los contratos firmados en MotoGP.
Lorenzo, Zarco, Crutchlow y Rabat son algunos perjudicados por la levedad de los contratos
Quizá el caso que más revuelo ha levantado de los últimos años es el de Jorge Lorenzo. El pentacampeón mundial se retiró de MotoGP pese a que aún le quedaba una temporada de contrato con Honda, marca en la que estaba siendo incapaz de tener un rendimiento digno de su leyenda.
Lorenzo se marchó de Honda aún quedándole un año de contrato. El hecho de retirarse podría parecer una causa justa para hacerlo, pero pocos meses después estaba en Sepang probando la Yamaha M1. Incluso tenían planeado hacer un 'wild card' en Barcelona que el coronavirus truncó.
Aún teniendo disponible a un piloto contrastado y que ya estaba pilotando la Honda con tino como Johann Zarco, en HRC se lanzaron a por Álex Márquez, el vigente campeón de Moto2, hermano de su gran baluarte y un piloto que ya había firmado para seguir en el Marc VDS de la categoría intermedia.
Si fácil es romper un contrato de MotoGP, ya no digamos de Moto2. El pequeño Márquez estuvo sobre la Honda ya en los test de Valencia. Claro que el Marc VDS no tiene mucho de lo que quejarse, porque rellenó el hueco arrebatándole a Augusto Fernández, también con contrato en vigor, al equipo de Sito Pons.
De pasada hemos mencionado otro nombre que también ha sido muy sonado en los últimos años. Es el de Johann Zarco, que parecía una estrella en ciernes con el Tech3 de Yamaha pero cuya carrera se frenó en seco cuando cayó sobre la KTM de 2019, mucho menos avanzada técnicamente que las actuales.
Yamaha and Maverick Viñales agree to part ways in 2022
— Monster Energy Yamaha MotoGP (@YamahaMotoGP) June 28, 2021
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Aunque Zarco firmó por dos años con KTM y era la gran apuesta de la marca para dar un paso al frente, ambas partes terminaron disolviendo el contrato tras solo media temporada de malos resultados y caídas. Como siempre que pasa algo así, esto provocó nuevas rupturas de contratos: Brad Binder pasó del Tech3 al oficial de KTM e Iker Lecuona de Moto2 al Tech3.
El caso de Zarco tiene sus similitudes con el de Cal Crutchlow, otro piloto de esencia clásica y pilotaje agresivo que brilló en el Tech3 de Yamaha pero se la pegó al unirse a una gran marca que quería llegar a la élite de MotoGP. En el caso de Crutchlow, fue Ducati esa fábrica en la que no terminó de cuajar.
Crutchlow llegó a Ducati como sustituto de Nicky Hayden y con dos años de contrato, pero bastó una sola temporada, con un única podio en Aragón y acabando en la decimotercera posición del mundial, para que Ducati prescindiese de los servicios de Crutchlow y se lanzase a por Andrea Iannone.
No hace falta irse tan lejos para encontrar más casos recientes. En el Esponsorama, antiguo Avintia y próximo VR46, son expertos en eso. Tito Rabat fue despedido a finales de 2020 pese a que aún le quedaba una temporada de contrato, y todo por las exigencias de la estructura de Valentino Rossi, que quería colocar a Luca Marini.
Un año antes en el mismo equipo tuvieron un caso similar. Esta vez fue Karel Abraham el despedido, y con muy malas formas, según él mismo explicó, para hacerle hueco en la estructura de Ducati a un Johann Zarco que corría serio riesgo de quedarse sin moto. El piloto de pago que había soportado tantos años la estructura se quedó en la calle.
En el pasado no muy lejano Aprilia también ha tenido bastante protagonismo en estas lides. Primero Marco Melandri y después Sam Lowes se quedaron fuera del proyecto de Noale antes de que concluyesen sus contratos, aunque sorprendentemente luego Aprilia ha aguantado hasta el final a Iannone, sancionado por dopaje.
El de Viñales es solo el último caso de momento, porque pronto Morbidelli se sumará a la lista. Y, ojo, que podría no ser el último. El ascenso de Rául Fernández al Tech3 se da prácticamente por hecho y, aunque KTM ya no suele anunciar las duraciones de su contrato, lo que se rumorea es que a Lecuona le queda un año más, del que no disfrutará.
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