O al menos así lo ha comunicado el CEO de KTM, Stefan Pierer, en una entrevista publicada por Speedweek. Sería la tercera fábrica en incorporarse al Campeonato del Mundo de MotoGP después de las confirmaciones de Suzuki para el año que viene y Aprilia también para el 2015 o 2016, dependiendo de cómo vaya la evolución de su modelo.
KTM haría el planteamiento de una forma muy similar a Moto3, es decir, que no entrarían como equipo de fábrica sino que ofrecerían sus motos a equipos privados. Este modelo, que se denominaría RC16, sería un V4 de 1.000 cc y con un coste tanto para los equipos como para posibles compradores de entre 150.000 y 200.000 euros.
Porque la idea de los austriacos es que cualquiera pueda acceder a estas motos, de igual forma que se puede adquirir una Moto3. Así las cifras que barajan es de una producción de entre 70 a 80 Moto3 y sobre unas 100 RC16 anuales. Eso sí, en todo caso será un modelo exclusivo de circuito porque Stefan Pierer dice que es absurdo fabricar una moto de más de 200 cv para usar por la carretera.
En mayo del 2015, el nuevo motor V4 entrará en el banco de prueba para que a finales de ese mismo año se empiece a acoplar a la que será la motocicleta, que tendrá por supuesto un chasis multitubular. Ya en el 2016 se empezará con el desarrollo final y así en alguna de las últimas carreras del mundial poder debutar como wildcard.
Respecto a su última participación en el Campeonato del Mundo de MotoGP, con las KR Roberts, Stefan sabe que KTM ha aprendido mucho y no volverá a cometer los mismos errores. La prueba está su dominio en el IDM Alemán con la RC8.
Además seguirán con la misma política de Moto3 en la que todos los equipos dispondrán del mismo material sin distinciones. Y como Alemania es el mercado más fuerte de Europa, ya han puesto sus ojos en Stefan Bradl como piloto a los mandos y así aprovechar también su experiencia en Honda.
Vía | Speedweek