Esta iba a ser la mejor tempora de de MotoGP de la historia. Marc Márquez ha sido capaz de hacernos olvidar a Casey Stoner - cuánto daríamos por verlos luchar juntos -, Jorge Lorenzo no decae y sigue tan fuerte como siempre, Dani Pedrosa no se ha rendido en su persecución del título y Valentino Rossi… bueno, ahí va. Uno de los mejores pilotos de la historia no se vuelve "malo" de un día para otro, ni de una moto a otra. En resumidas cuentas, la diferencia de posibilidades entre la Ducati y la Yamaha es notable. Se podría decir incluso que Valentino está de vuelta: un segundo puesto en Catar refuerza esta afirmación.
Y sin embargo, a pesar de esa vuelta a los puestos de cabeza, también podemos decir sin miedo a equivocarnos que a Valentino le han comido la tostada. No tiene que ver con su rendimiento, que tiene más que ver con ese tiempo de adaptación a "su" moto, sino por el espectacular trabajo de un tipo un tanto inusual llamado Cal Crutchlow.
Cal comenzó haciendo lo que se supone que su moto satélite debe hacer, luchar sin complicar la vida a las oficiales; en Catar fue la primera satélite. Poco más tarde, en Texas, aprovechó la inauguración para robarle la cartera a Valentino, pasado también por Stefan Bradl, con una cuarta plaza. Jerez, amuleto del italiano, sirvió para devolverle a su teórica quinta plaza.
Pero la revolución llegó en el pasado Gran Premio de Francia. Rossi tuvo una caída que lo relegó hasta la 12ª posición, no obstante ya habían pasado unas vueltas desde que Cal le alcanzara y adelantara. Para rematarlo se alzó con el segundo puesto del cajón, el mejor resultado de su carrera.
Catar fue una detonación de rabia y palabras guardadas durante dos temporadas. ¡Valentino ha vuelto!, decían por doquier los titulares allá donde mirabas. Casi como ese gol en el último minuto que te da la victoria… pero con una diferencia fundamental: aún queda toda la temporada por delante y a día de hoy la tabla nos desvela una cruda realidad en la que Cal el actual cuarto mejor piloto del mundo.
Aquellos que esperaban una vuelta triunfal y una venganza épica deberían poner atención en las palabras de Juan Martínez, ingeniero de pista de Nicky Hayden, entrevistado hace poco por la gente de Motocuatro:
"A día de hoy, Valentino no lo está haciendo con la Yamaha muy diferente de cómo lo hacía con la Ducati […] Ducati ha puesto al alcance de Valentino lo que nunca le habían puesto antes en su mano en ninguna otra fábrica"
Y es que al final todo se trata de un cambio generacional, no es que Valentino sea peor piloto que antes, es que los que vienen por detrás han crecido viéndole en la televisión, han crecido con el 46 como ídolo y han crecido con la firme intención de superarle y con los medios para conseguirlo. Así de cruel es el deporte, pasa casi en cualquier categoría, comparen por ejemplo los tiempos de un corredor de los años 60 con los de Usain Bolt.
A pesar de todo un genio cómo Valentino no dejará pasar la oportunidad de volver a brillar delante su público antes de jubilarse en la DTM. Mugello está aquí y ese puede ser el inició de una gran remontada.
Pd: Me pregunto, de continuar esta tendencia en la que Crutchlow consigue mejores resultados, ¿pensaría por fin Yamaha en premiar su rendimiento? ¿o acabará pagando otro par de Brembo?
Foto vía | Team Tech 3