El refranero español es muy sabio y tiene infinidad de maneras de contar ciertas situaciones. Últimamente son muchas las frases manidas y oportunas que podríamos utilizar con Dani Pedrosa. Su relación con los neumáticos Michelin le está llevando a un punto en el que por mucho que quiere, es difícil consolarse.
Mientras que su compañero de equipo brillaba con fuerza consiguiendo una soberbia victoria en el Gran Premio de Aragón, a Pedrosa le ha tocado bailar con la más fea. Para ser más concretos, ha sido la rueda delantera más fea que se podía haber encontrado en una carrera y que no ha hecho más que crecer un par de tallas más a los enanos que tiene Dani en su circo.
De la alegría de Misano al cabreo de Aragón
Por desgracia, hoy no hemos conseguido un buen resultado, ya que hemos tenido una carrera muy difícil. No he tenido agarre desde el inicio de la carrera y no podía salir de las curvas con velocidad. En las primeras vueltas, no podía acelerar en la salida de los virajes y perdía terreno respecto al resto de pilotos.
He intentado gestionarlo de la mejor manera posible, pero unas vueltas más tarde he empezado a sufrir también con el neumático delantero. He empezado a tener una vibración muy importante y cuando ha terminado la carrera era evidente que había algún problema. He intentado luchar con Crutchlow, pero he tenido que disminuir mi ritmo. Ha sido una pena, pero ahora debemos mirar adelante.
En el Gran Premio de San Marino Dani Pedrosa se impuso a todos utilizando el neumático delantero de compuesto blando, una goma que se adapta a las características de su pilotaje y que utilizó para conseguir ganar en la casa de Il Dottore. Pero tras la alegría de Misano, en Aragón llegó el chasco al ver que no podría usar ese compuesto.
Acabó sexto, que bastante es, pero profundamente disgustado. Después de la carrera, Dani no comentó prácticamente nada al respeto, pero el sábado tras la Q2 en la rueda de prensa ofrecida en el hospitality de HRC, el dorsal 26 respondía con un escueto y contundente "sí, es obvio" cuando un periodista le preguntó si pensaba que Michelin tenía que trabajar mucho más con el neumático delantero.
Esas tres palabras parecieron volverse contra él el domingo teniendo que padecer una rueda trasera que no ofrecía agarre suficiente y la delantera repleta de vibraciones a medida que se iba desintegrando de manera exagerada, profunda e irregular. Dani intentó parar su moto de todas las maneras posibles a la entrada de las curvas, incluso arrastrando su bota izquierda por el asfalto de Motorland y dejando casi expuestos los dedos al final de la carrera. Ahí tienes la foto que lo demuestra.
El enfado del barcelonés fue monumental. Se le pudo ver en el box nada más acabar la carrera hablando visiblemente contrariado con los técnicos de Michelin. Si las gomas francesas le están trayendo por la calle de la amargura esta temporada, lo del Gran Premio de Aragón fue el mayor exponente de una temporada totalmente distinta a la que esperaba tener Dani este 2016.
Con la rueda trasera no tuvo agarre desde el inicio, algo que podría explicarse por la puesta a punto en su Honda (aunque no cambiaron nada con respecto a la configuración de entrenamientos), pero el estado de la goma delantera francesa al acabar la carrera de Aragón es difícil de explicar. Tanto es así que según MARCA al acabar la carrera HRC convocó una reunión urgente a la que asistieron Nakamoto y Suppo (HRC), Nicolas Goubert (Michelin) y Carmelo Ezpeleta (Dorna).
El objetivo de la reunión fue tratar de buscar una solución y evitar que problemas como el de Pedrosa (y quizá también Dovizioso) vuelvan a ocurrir. Siempre puede haber caídas y neumáticos defectuosos, pero lo de este año está siendo algo excesivo. Bien es cierto que es la primera temporada de Michelin tras la vuelta a los ruedos de MotoGP, pero hay que reconocer que falta mucho camino por andar.
Fotos | Motorsport, Repsol Media
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