El pasado fin de semana se celebró en la Institución Ferial Alicantina la primera edición del salón Sobre 2 Ruedas. La actividad estaba enfocada en la misma dirección que nos comentó Alexuny hace unas semanas sobre el salón celebrado en Sevilla. La idea no parece mala, ya que unificar en una misma superficie los concesionarios de diferentes marcas con la intención de atraer a más público y dinamizar algo más las maltrechas ventas parece funcionar. Pero cuando para entrar en este mega concesionario te cobran siete euros, vayas a comprar o no se te queda un poco cara de tonto. Con el tiempo he desarrollado una especial afición por asistir a estos eventos, pero no se si es más por el placer de ver las novedades sobre las que hemos estado hablando en el último año o por la atracción de ver las exposiciones paralelas sobre el mundo de la moto. En definitiva, y sea por la razón que sea, siempre acabo picando y voy cargado de cámara para poder fotografiar lo que me encuentro.
En este salón Sobre 2 Ruedas se había estado promocionando una exposición antológica denominada Rising Sun (Sol Naciente) sobre la trayectoria de las primeras motos deportivas japonesas, exposición que os detallaré en un futuro post. Y fue casi lo primero que me encontré al traspasar la puerta.
Aunque lo primero realmente fueron un par de concesionarios de marcas chinas en los que destacaban una copia descarada de la BMW F 650 Scarver, pero con un motor de 125 de esos que deben fabricar en los ratos libres en china, porque lo montan casi todas las motos que vienen de ese país. El otro artilugio chino era una copia a pequeña escala del Can-Am Spyder que probó Morrillu no hace mucho.
Salón Sobre 2 Ruedas, muchas motos chinas y pocas novedades, se nota la crisis
Como ya he comentado al principio, lo que más llamaba la atención del salón eran los expositores de las marcas procedentes de china, con sus copias descaradas de productos de otras marcas y sus soluciones como las Leonart Bobber o la Leonart Spyder, que si no las miras mucho pasan por motos de mucha más cilindrada.
En el apartado de las motos “de verdad” me sorprendió encontrar un expositor de Sueca Iron, un taller de Sueca (Valencia) que presentaba una bonita colección de transformaciones sobre Harley Davidson y una espectacular creación sobre un motor S&S con un trabajo de aerografía digno de los mejores fabricantes Custom. Intentaremos preparar un especial sobe ellos en breve, mientras tanto nos conformamos con ver las fotos de las motos expuestas.
Y como uno tiene sus debilidades no me pude dejar de pasar por la exposición del distribuidor para la zona de levante de dos marcas tan clásicas como Royal Enfield y Ural. Marcas ambas que mantienen vivos diseños de mitad del siglo XX que puedes comprar en el siglo XXI completamente nuevas. Con suerte probaremos una de estas dentro de poco.
Las novedades expuestas no eran muchas, una Triumph 675 Daytona, una Ducati Hypermotard 796, un par de Honda VFR 1200 F sobre la que hablaré con más detalle y poco más. Se nota que vivimos en tiempos de crisis y las marcas y los concesionarios no están para muchas ferias, aunque estas atraigan a los posibles compradores. Que sinceramente no me parecieron muchos, aunque mi visita fue el domingo sobre las 17:00 h y en ese momento seguro que muchos estaban todavía practicando el Yoga español, la siesta.
Quizá la mejor idea de este salón ha sido incorporar las bicicletas, que le daban bastante color a su parte de la exposición, además un grupo de chavales se encargaban de entretener al púbico con saltos y acrobacias sobre sus BMX. Acrobacias que acababan sobre un enorme colchón hinchable situado en una esquina del recinto ferial. Confío que este salón siga celebrándose en próximos años, porque será señal de que el sector de la moto se va recuperando y ya no tendremos que compartir el espacio con los coches como pasaba en salones de años anteriores.
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