Si pensabas que el dieselgate de Volkswagen iba a ser el único escándalo de emisiones de este año estabas muy equivocado. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) y el Departamento de Justicia de Estados Unidos han acordado junto a Harley-Davidson una sanción de 12 millones de dólares (10,6 millones de euros) por los daños causados al medio ambiente a causa de la venta de los dispositivos conocidos como super tuner.
La marca tendrá que dejar de vender, recomprar y destruir todos estos pequeños dispositivos cuya función era la de camuflar a placer las emisiones de las motocicletas americanas ante la EPA. Además, Harley-Davidson tendrá que ayudar a reducir las emisiones contaminantes de las calefacciones domésticas, invirtiendo otros tres millones de dólares (2,6 millones de euros) en un proyecto para sustituir las chimeneas de leña por otras más limpias.
La EPA estima que Harley-Davidson haya podido vender unos 340.000 super tuner, además de otras 12.000 motocicletas que directamente no cumplirían con los certificados EPA y no cumplirían los requisitos federales de homologación. Los 15 millones a pagar ahora no parecen tanto pensando en lo que va a tener que gastarse H-D en la recompra y destrucción de los dispositivo y la adaptación de 12.000 motos a la normativa estadounidense.
Este movimiento conjunto entre la EPA y el Departamento de Justicia parece que significa un aviso para todas aquellas motos (tanto nacionales como importadas) que campan a sus anchas sin cumplir con ningún tipo de normativa. ¿Se estarán poniendo serios en Estados Unidos?
Es más, en su día la EPA propuso también la aplicación de las normativas de emisiones y ruidos a las motocicletas dentro de circuito, pero finalmente dieron un paso atrás. Sin duda, los americanos empiezan a tomarse en serio el tema de la contaminación.
Vía | A&R