El ingenio no tiene límites. Entre los muchos inventos bizarros que solemos ver hoy le toca el turno a uno especialmente ecológico. Se trata de un ingeniero indio que ha hecho funcionar su moto a base de una mezcla de hidrógeno y etanol que proviene del agua y la caña de azúcar.
Fíjate si funciona bien que incluso ha sido seleccionado para el premio James Dyson Award, uno de los más prestigiosos del planeta que busca catapultar a inventores al estrellato. Tan mediático ha sido el invento que ya ha dado la vuelta al mundo.
Una pequeña moto de 100 cc que funciona con agua y jugo de caña de azúcar
Parece irreal el hecho de pensar que tu moto pueda funcionar a base de agua y la caña del azúcar, ¿verdad? Este joven ingeniero indio llamado Vikrant Subhash Pawar ha llamado a las puertas del premio más prestigioso para inventores con su biocombustible.
La moto no solo funciona, sino que a pesar de ser pequeña, es capaz de llegar a velocidades de hasta 75 kilómetros por hora. Su autonomía es de entre 50 y 55 kilómetros por litro de combustible. Dos años le ha llevado prepararla y afinarla para que sea eficiente, y especialmente, sostenible.
La gran pregunta es cómo se puede llegar a convertir agua y la caña del azúcar en combustible. La respuesta aquí es a través del etanol, que se obtiene a través de la fermentación del jugo de caña.
Por otra parte está el hidrógeno, que se crea a través de la electrólisis del agua. Para ello utilizó agua '0-TDS' (más conocida como pura o destilada) y el hidróxido de potasio (electrolitos). En otras palabras, consiste en separar los átomos de oxígeno e hidrógeno a través de la corriente eléctrica.
Para que funcione, la moto utiliza un pequeño motor de combustión interna de 100 centímetros cúbicos y cuatro tiempos con un carburador modificado para soportar el etanol.
El alternador eléctrico produce 12V y 3A, que genera hidrógeno gaseoso, que lo mezcla con el etanol en la cámara de combustión. La explosión o combustión de ambas en el interior provoca unos gases que impulsan los pistones, que acciona el cigüeñal y provoca movimiento mecánico.
La gracia de este invento es que es 100 % sostenible, ya que el etanol es una fuente de energía renovable que se obtiene filtrando el jugo de la caña de azúcar. Luego se deja fermentar y se destila para concentrar el etanol al 95 %. El etanol produce una mínima cantidad de emisiones nocivas.