Lo que os vamos a contar hoy para algunos puede ser considerado como un auténtico sacrilegio, y para otras la progresión más absoluta. La idea la ha tenido un taller parisino (Mototherapy), y consiste en reconvertir las motos más clásicas y funcionales de BMW en eléctricas.
Una reconversión que dice adiós a los motores bóxer de las motos alemanas y hola a la propulsión eléctrica. Sustituyen el ronroneo del vetusto motor por los 13,4 CV eléctricos y bastante par a la rueda trasera. Y no serán una alternativa precisamente barata.
El kit principal costará 14.000 euros, y el premium, 19.000
Hay motoristas que tienen en su garaje a viejas glorias alemanas. Algunas muertas de risa mientras miran al futuro con optimismo, como los preparadores del taller parisino Mototherapy, que prefieren sustituir los motores térmicos de BMW por otros totalmente eléctricos ante las ZBE (Zonas de Bajas Emisiones donde se restringe la entrada a los vehículos más contaminantes), que también han llegado allí y no les permiten entrar a determinados sitios.
Son ya muchos los kits que se venden para sustituir motores térmicos por otros eléctricos. En esta oferta y demanda los propietarios de motos antiguas están casi olvidados, además de que las normativas anti contaminación ya restringen a las ciudades el paso de muchas motos. En España, por ejemplo, si es anterior al 2003, olvídate de entrar a algunas ZBE.
Sin embargo, siguen teniendo cariño a su moto. La (posible) solución: sustituir el bóxer por un eléctrico. En concreto se trata de un motor de 10 kW (13,4 CV) que va montado en el buje de la rueda trasera y es alimentado por una batería de 10 kWh.
Las cifras no son muy prometedoras, pero suficientes para disfrutar: 110 km/h de velocidad máxima y un tiempo de carga total de 4 horas.
El kit nace principalmente para la serie R y modelos Classic de BMW. La idea es mantener la esencia del bóxer, al menos físicamente. Por eso el cárter seguirá sobresaliendo, donde guarda las baterías en lugar de los cilindros. Dentro de esa caja también irá la unidad de control del propulsor.
El precio tampoco es que sea demasiado accesible, ya que el kit completo costará unos 14.000 euros, y solo hablamos del básico. La versión premium subirá hasta los 19.500 euros, que incluye un sillín deportiva y una suspensión más deportiva.
Desde luego que se trata de una curiosa idea de negocio, y aunque es cierto que sale más barato comprarte una moto eléctrica, seguro que no es una BMW.
Al menos los alemanes no tienen (por ahora) una moto de aires clásicos en la que poder gastarte el dinero, y será posible conservar el diseño clásico y atemporal de las Beemer de época, pero mirando al futuro eléctrico.