Una moto que pasea el nombre de uno de los eventos más emblemáticos del panorama del motor: Bonneville. La Triumph Bonneville es un símbolo del carácter británico, mantenido y apenas actualizado hasta nuestros días desde 1959. Cuidada como hija predilecta, como el tesoro de un pirata. Ella es la base de miles de modificaciones y personalizaciones, todas y cada una de ellas distinta a la anterior siguiendo distintos pasando por el tradicional café racer hasta llegar al cada vez más de moda estilo scrambler. No hace falta decir que la Scrambler que pone Triumph a la venta de forma oficial está a años luz de lo que sus clientes entienden por scrambler.
Los británicos saben muy bien sacar partido a su fama e historia, nadie debería dudar del buen marketing de una compañía capaz de venderte una moto nueva, pero de tecnología "clásica", por 8.500 euros. Dejando a un lado estas cosas, la verdad es que ninguno de nosotros harías ascos a una Bonnie en nuestro garage. Somos muchos los que firmaríamos hoy vivir tranquilos, con lo justo, pudiendo pasar alguna que otra tarde relajados acompañados de un buen café, grasa, paños y piezas por doquier para dar forma a la moto de nuestros sueños. Y de eso se trata hoy, Triumph nos manda una bella colección de las preparaciones más bellas hasta la fecha.
El Matador, por Tony Prust
El Matador
Para dar forma a esta obra de arte, Tony Prust hizo uso de un chasis de Bonneville de 1968 acompañado del propulsor del modelo de 1972, los años dorados de Triumph. Los detalles y toques en dorado le dan un aire lujoso pero la simplicidad y la mecánica vista contrarrestan lo suficiente para que de la sensación de haber salido de Wild Wild West.
CRD31, por Café Racer Dreams
CRD31
Producto nacional nacida de las manos de Café Racer Dreams, uno de los preparadores nacionales más prestigiosos. De hecho, siempre aflora su nombre cuando se trata el movimiento café racer español. Está construida sobre el modelo de 2008 y es, bajo mi punto de vista, la perfecta scrambler.
The Lizard King, por Macco Motors
The Lizard King
Continuando con obras nacionales, The Lizard King llega directamente desde Andalucía sobre una T100 de 2009. Vemos unas líneas más fuertes que cambian su aspecto clásico por el de chica mala. El cuero marrón y los puños a juego son dos detalles que aportan elegancia donde de otra manera sólo habría rebeldía.
Mad Max, por Mean Machines
Mad Max
Una Bonneville 2008 desde Australia es la protagonista de uno de los episodios de
Stories of Bikes. Es la preciada moto de un informático que cambia por completo una vez se sube a su Triumph. ¿Aun crees que te tiene que tocar la lotería para hacer lo mismo?
Vía | Triumph