Año nuevo, propósitos nuevos. Rescue Story se dedica a rescatar viejas joyas de las dos ruedas y a darles una segunda oportunidad. Son capaces de dar vida a motos que parecen haber pasado a mejor vida hace ya unas cuantas décadas, como es la protagonista de hoy: una Jawa vintage de los años 60.
No hay más que ver el estado inicial en el que llega la moto, completamente oxidada y casi sin rastro de la pintura original, que se intuye roja detrás de tanto óxido. Tras mucho tiempo a la intemperie, el hombre se pone manos a la obra y nos regala un ASMR de restauración de lo más completo, y el resultado final te sorprenderá.
El motor es la única pieza de la moto que se mantiene casi intacto
La Jawa que encuentra en mitad de un bosque data de 1960, y tiene un motor de dos tiempos que bajo la carcasa aguarda en buen estado. La impresión inicial cuando el protagonista abre la caja en la que le envían la moto es decepcionante: prácticamente no hay una sola pieza que no esté carcomida por el óxido. A pesar de ello, la moto se mantiene en pie y parece tener todas las piezas originales, aunque tiene trabajo por delante.
RS sabe que la suciedad y oxidación superficial tienen fácil solución, como nos ha demostrado en otros vídeos. Un poco de grasa, productos químicos y una buena lija serán su arma. Por ello empieza a desmontar la Jawa pieza por pieza sistemáticamente para que luego sea más fácil trabajar de forma metódica.
Su objetivo en el capítulo de hoy es llegar al motor, además de desmontar todas las piezas de la moto. Así que una vez deja el chasis desnudo, saca al propulsor de dos tiempos y... ¡Sorpresa!
Cuando abre la tapa parece que el interior se mantiene intacto con el paso del tiempo. Parece bastante entero en comparación con el resto de la Jawa.
En vez de explicar todo el proceso con su voz, deja que la magia del ASMR tome el vídeo, que resume más de medio año de trabajo en media hora. Hacia la mitad de la grabación empieza a meterse con el desmontaje del motor. El interior parece no haber sufrido el paso de los años, excepto por el desgaste evidente de algunos componentes como los rodamientos.
Una vez destripado pieza a pieza, el monocilíndrico pasará a mejor vida. La lija es la segunda gran protagonista, porque dejará pulidas todas las piezas antes de montarlas y pintarlas. Varias fases después el resultado es asombroso: ¡parece una moto sacada de fábrica! Incluso la saca a dar un paseo en la parte final, y parece que responde bastante bien.
¿Qué fue de Jawa? La marca de motos con alma propia
En 1929 nacía Jawa, una fábrica checoslovaca que se convirtió en una auténtica marca de culto por su estilo clásico que perdura hasta hoy en día. Ha necesitado de la colaboración con Mahindra para fabricar nuevas motos, pero sigue siendo una marca independiente ya que en ningún momento la compraron, sino que firmaron un acuerdo.
En 2019 trajeron a la Jawa 350 OHC, con aspecto clásico pero equipada con tecnología actual e incluso homologación para la Euro4. Equipaba un monocilíndrico de 350 cc, refrigerado por aire, con inyección electrónica, que da 26 CV a 5 250 rpm, con un par de 32 Nm a 4 750.
En sus tiempos la marca también compitió en carreras de velocidad, donde se labró cierta reputación. Sus primeros pinitos se remontan a la Bol D'or con una bicilindríca de 350 cc y dos tiempos. En el 1966 hicieron una moto de Grand Prix de 125 cc, la tipo 670, con un motor de dos cilindros en V y dos tiempos. Luego llegó la Jawa 350 VW que pilotaron nombres como Jack Findlay, Silvio Grassetti y Little Bill Ivy.
En motocross la cosa les fue mejor: ganaron siete coronas en el Campeonato Mundial de Motocross. La llegada de los cuatro tiempos les penalizó, y no volvieron a ser tan competitivos como antes, hasta que fueron desapareciendo de todas las disciplinas y bajaron en números de venta hasta casi su extinción.