Que Jorge Lorenzo es un piloto de mucha calidad, no lo duda nadie. Que las motos de la categoría MotoGP se han hecho más fáciles de conducir, tampoco nadie lo niega: ni Dennis Noyes, ni Alex Crivillé... nadie duda de que la cosa es más dócil que antes. Lo que ocurre es que, siendo así, todavía puede tener más mérito la extraordinaria actuación de Jorge a los mandos de la Yamaha con la que correrá esta nueva temporada, al lado de Valentino Rossi. La igualdad entre las motos "de arriba" se ha hecho manifiesta esta pasada temporada, donde a pesar del dominio infernal de las Ducati, las diferencias netas en tiempos no han sido tan abultadas.
Las motos de MotoGP favorecen hoy en día a los pilotos puros de 250cc. A ver, quizás me ha quedado demasiado pretencioso esto, pero realmente son motos más pequeñas, motos que los pilotos como Pedrosa y Lorenzo pueden aprovechar mucho mejor que, por ejemplo (y como se ha demostrado claramente) Nicky Hayden. Lorenzo se ha marcado ayer un tercer tiempo (1m39.464s) en la tabla que habla maravillas de su adaptación a la nueva categoría y montura, y al gran trabajo que están haciendo con él en el seno del equipo. La simulación de carrera que protagonizó, también superó las expectativas de todos, y muestran que a este chaval sólo hay que dejarle correr cómodamente para que se haga con la confianza necesaria. Y después de la confianza, la efectividad.
Veremos cómo es la adaptación de verdad de Lorenzo a la nueva categoría, es decir, cuando empiecen las carreras, pero de momento está visto que no le tiene miedo a la categoría reina, ni a las figuras de la misma.
Vía | Motoblog.it Más información | MotoGP