Nos trializamos con la Montesa 4RIDE, ¡pura montaña!
Probar cosas que nunca has probado siempre es algo curioso. Yo veía el trial como una cosa sumamente lejana y complicada, con motos muy pequeñas y ligerísimas con una respuesta brutal que no sabía si iba a ser capaz de dominar. Pero llegas y te montas sobre la Montesa 4RIDE y descubres que lo que antes te daba miedito se transforma en algo agradable y, sobre todo, muy divertido.
Hay que tener en cuenta desde este mismo momento que soy consciente de que no me he convertido en Toni Bou, ni en Amós Bilbao (Campeón de España de Trial y mundialista que nos acompañó durante todo el día), pero sí que he hecho cosas que no pensaba que fuera capaz. Como todo, es cuestión de ponerse así que... ¡Vamos al lío!
Primeros metros: despacito y buena letra
Nos colocamos al lado de la Montesa 4Ride y no puedo evitarlo, quiero mover esos 85 kilos a ver qué tal se desplazan antes de montarme sobre ella. Aunque tenga las dimensiones de una moto normal y unas ruedas de tamaño considerable, debemos fijarnos en que la mayor parte del reducido peso del conjunto (85 kilos en orden de marcha) se concentra muy próximo al centro de gravedad.
Aunque las ruedas parezcan una parte voluminosa lo que tienen es mucha goma, al final el resultado es que podemos levantar cualquiera de los ejes con muy poco esfuerzo y sin ayudas mecánicas, sólo acompañando de forma oportuna los movimientos de las suspensiones.
Ahora ya sí, nos encaramamos al estrecho asiento y al comprimir las suspensiones comprobamos cómo los dos pies nos tocan de forma más que solvente el suelo al mismo tiempo. Casi como si estuviéramos subidos a una bicicleta. Teniendo la certeza de poder echar el pie a tierra de esta manera la sensación de seguridad es muy superior a cualquier otra moto de campo con aspiraciones.
Hay que acostumbrarse a algunas peculiaridades como el pedal del cambio pequeño y alejado, pero es cuestión de minutos
Nos disponemos a salir, apretamos la maneta izquierda de accionamiento hidráulico (¡vaya! qué suavidad) y al buscar el pedal del cambio nos lo encontramos muy, muy adelantado y con un tamaño bastante escueto. Todo es acostumbrarse porque tiene su lógica. Un pedal del cambio al que no llegas desde la estribera evita cambios involuntarios de marcha y el pequeño tamaño lo mantiene alejado de piedras o ramas cuando empiezas a trepar.
Recorremos algunos kilómetros por asfalto en busca de nuestro tramo por la montaña y la relación de marchas, aunque se ha alargado, sigue resultando muy corta para andar por carretera. Los tramos que recorramos por lo negro tienen que ser por lo tanto simples tramos de enlace tomados con la mayor de las tranquilidades. Al fin y al cabo vamos montados en una Montesa 4RIDE para disfrutar del entorno, ¿no?
Los caminos, cuanto más estrechos y empinados mejor
A medida que nos vamos adentrando en la montaña esta Montesita saca a relucir sus cualidades, muy distantes a las de una moto de enduro. En pistas anchas podemos exprimir su motor monocilíndrico pero de una forma distinta, aprovechando toda su tracción, la entrega en bajos y sus cualidades para hacer de cada bache o irregularidad un motivo de alegría.
Hacer curvas cerradas es de lo mejorcito en lo que te puedes entretener aprovechando su extrema manejabilidad y el gran agarre que aportan sus neumáticos de trial. Es fácil llegar rápido y parar la moto con lo poco que pesa, aunque la rueda trasera bloquea fácilmente en reducciones o en frenada. Aunque eso también divierte, claro...
Poco a poco, nuestros experimentados guías nos fueron metiendo por zonas que se complicaban por momentos. La primera reacción para un novato como yo en la materia fue agarrotar el cuerpo, pero cuando empiezas a ver que la 4RIDE por sí misma te enseña cómo pasar las zonas, te empiezas a relajar y es cuando te diviertes de verdad.
Aunque en verdad no estés haciendo cosas muy complicadas, yo nunca me había subido a una piedra, o bajado de una piedra, pero resulta eso mola bastante. Luego ves por dónde se sube la gente que sabe de verdad con la misma moto y empiezas a sentirte humillado, pero con muchas ganas de aprender a hacer una décima parte de lo que ellos hacen.
A medida que los caminos se estrechan y se vuelven más angostos entre la vegetación y nos encontramos con el suelo lleno de piedras simplemente hay que soltar la tensión y dejarse llevar. Es realmente bonito darte cuenta de cómo trabajan este tipo de motos de trial y la seguridad que aportan tanto las suspensiones de largo y blando recorrido como los neumáticos con baja presión. No hay pérdidas de agarre ni reacciones violentas.
De pie o sentado, en cualquier postura la Montesa 4RIDE digiere las complicaciones del terreno. De hecho, yendo sentado me sorprendió muy gratamente lo bien que se maneja y se comporta. Las suspensiones se lo tragan todo y no tienes esa sensación de salir disparado sobre el manillar al pasar sobre una piedra más grande de lo normal.
La postura de conducción es muy peculiar pero cobra todo el sentido a medida que se complica el terreno
Un manillar que por su parte es muy curioso al tener los extremos realmente elevados y los puños quedan en una postura bastante rara. O rara al menos para el tipo de manillares al que estamos acostumbrados porque una vez comienzas a maniobrar te das cuenta de que la palanca que se ejerce es realmente cómoda y efectiva.
Esta postura de las manos cobra todo su sentido cuando empiezas a trabajar con la moto haciendo equilibrio en parado o a muy baja velocidad cuando inclinas el conjunto manteniendo la postura y buscando el siguiente punto por el que vas a pasar. Por cierto, el radio de giro de la dirección es sorprendente, de casi 180 grados.
Cuando reconoces la posición de la palanca como algo normal, los cambios de marchas te van saliendo solos. Aunque en realidad no tengas que hacer muchos porque se distribuyen de forma simple pero efectiva y que podríamos resumir del siguiente modo:
- Primera: si vas a bajar zonas muy empinadas
- Segunda: si vas a subir tramos complicados
- Tercera: caminos de cualquier tipo
- Cuarta y quinta: para ir y volver a casa
Tras haber trepado por algunas piedras, descendido por otras y caerme un par de veces, tengo que reconocer que esta Montesa me ha descubierto un pequeño mundo que me ha dejado un sabor de boca realmente agradable. El contacto con la naturaleza en la montaña disfrutando de los paisajes con el mar de fondo me han despertado la curiosidad por estas motos de trial y por una disciplina más gratificante de lo que me pensaba.
Como rivales de esta Montesa 4RIDE podríamos pensar de alguna manera en las KTM Freeride 250 y las Beta Alp, pero dentro de las similitudes sus conceptos son bastante distintos. Las otras dos son motos que tienen una vocación más endurera o de paseo con las que te puedes subir a algún sitio, la Montesa por el contrario es una moto de trial con la que puedes darte paseos y hacer excursiones por la montaña. Y cuanto más complicadas, mejor.
7.6
A favor
- Facilidad de uso
- Polivalencia
- Estética cuidada
- Hueco asiento
En contra
- Precio
- Velocidad punta para carretera
- Arranque
Montes 4RIDE - Ficha técnica
Motor | ||
Tipo | Monocilíndrico, 4 tiempos, 4 válvulas, SOHC, refrigeración líquida | |
Cilindrada | 258,9 cm3 | |
Diámetro x carrera | 78 × 54.2 mm | |
Relación de compresión | 10,5 : 1 | |
Velocidad de ralentí | 1.800 min-1 | |
Capacidad de aceite | Motor 0,6 litros; Transmisión: 0,57 litros | |
Sistema de combustible | ||
Alimentación | Inyección electrónica de gasolina PGM-FI | |
Diámetro mariposa | 28 mm | |
Filtro de aire | Viscoso, filtro de espuma de uretano | |
Capacidad depósito gasolina | 4,4 litros | |
Sistema eléctrico | ||
Transistorizado | digital electrónico | |
Avance de encendido | 27° APMS (ralentí) ~ 45° APMS (10.000 min-1) | |
Tipo de bujía | CR6EH-9 (NGK) | |
Arranque | Pedal a la transmisión primaria | |
Potencia alternador | ACG 160 W | |
Tren de transmisión | ||
Embrague | Húmedo, multidisco con muelles helicoidales | |
Activación del embrague | Hidráulico | |
Tipo de transmisión | 5 velocidades | |
Reducción primaria | 3,166 (57/18) | |
Relaciones de cambio | 1ª 2,385 (31/13) | |
2ª 1,933 (29/15) | ||
3ª 1,500 (27/18) | ||
4ª 1,130 (26/23) | ||
5ª 0,814 (22/27) | ||
Reducción final | 4,100 (41/10) | |
Transmisión final | Cadena de rodillos #520 | |
Bastidor | ||
Tipo | Diamante Doble viga de aluminio | |
Dimensiones (L×An×Al) | 2.034 × 832 × 1.160 mm | |
Distancia entre ejes | 1.333 mm | |
Ángulo de lanzamiento | 23° | |
Altura asiento | 885 mm | |
Altura reposapiés | 390 mm | |
Distancia libre al suelo | 330 mm | |
Peso en seco | 81 kg | |
Suspensión | ||
Delantera | Horquilla telescópica TECH de 39 mm, ajustable en pre- carga y extensión. Recorrido 190mm | |
Trasera | Sistema Pro-Link con amortiguador R16V, ajustable en precarga, extensión. Recorrido 170mm | |
Ruedas | ||
Tipo | Llanta de aluminio / radios | |
Medida llantas | Delantera 21 × 1,60 | |
Trasera 18 × 2,15 | ||
Medida neumáticos | Delantero 80/100 21 (Dunlop) | |
Trasero 120/100 R18 (Dunlop) | ||
Presión neumáticos | Delantero 75 – 100kPa | |
Trasero 50 – 80kPa | ||
Frenos | ||
Delantero | Disco hidráulico de 185 × 3,5 mm con pinza MONOBLOC de 4 pistones y pastillas de metal sinterizado | |
Trasero | Disco hidráulico de 183 × 3,5 mm pinza de doble pistón | |
Precio | 7.200 euros |
Los gastos para acudir a la presentación de la Montesa 4RIDE han sido asumidos por Montesa-Honda. Para más información, consulte nuestra política de relaciones con empresas. El equipamiento utilizado durante la prueba ha sido: botas Alpinestars Tech7 y traje Alpinestars Racer Supermatic.
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