Ayer nos quedamos de camino hacia la otra punta de Alicante tras haber recogido la Harley-Davidson Street 750 en el concesionario Harley-Davidson Alicante. Este viaje supone cruzar la ciudad casi de una punta a otra pasando por todo el centro. Así podemos comprobar como se comporta esta moto entre los coches y el tráfico de una ciudad a la hora en que la gente llega al trabajo.
La verdad es que a pesar de la longitud entre ejes la moto se comporta muy ágil esquivando coches y furgonetas de reparto. Quizá lo único que echas de menos es que el motor casi no suene. Así no avisas al resto de que llegas sobre una Harley-Davidson y que vayan abriéndote hueco. La altura del manillar y los retrovisores no coinciden con prácticamente ningún espejo de coche actual. Así que te puedes filtrar entre ellos. El ancho lo marca el manillar y no es demasiado. El radio de giro es bastante bueno y te permite hacer alguna zeta entre los coches, pero no pidas peras al olmo.
El pasajero
El asiento trasero está situado en un nivel más alto que el del conductor. Y si subes en el a alguien que no sea muy allegado a ti lo pasará mal porque no hay más que una correa sobre él a la que agarrarse. Los estribos del pasajero se sitúan también un poco más altos que los del conductor, pero nada que necesite contorsionismo por parte del pasajero para llegar a ellos.
Circular con pasajero no afecta a la conducción de la moto más que necesitas tirar un poco más de embrague a la hora de salir de un semáforo mientras te aseguras que el pasajero no se queda atrás. De todas maneras, el embrague de esta unidad de pruebas sólo tenía 92 km cuando lo cogí y seguramente ganará ajuste cuando se use un poco más. Ni siquiera los amortiguadores regulados en la posición más blanda de las cinco que tienen acusan el ir a dúo. Curioso que estos sean las únicas piezas cromadas de toda la moto.
Cumplida la sesión de fotos y devuelto el fotógrafo a casa, tocaba probar la Harley-Davidson Street 750 en carretera. Primero un tramo de autovía, luego una carretera de montaña ratonera y por último una carretera nacional antigua con curvas redondas y enlazadas. En el primer terreno, la autovía, lo único que te limita es el viento golpeándote en el pecho, porque el motor Revolution X es capaz de dar 47 kW (63,02 cv) que son más que suficientes para rodar por encima de las velocidades legales de las autovías españolas.
Salimos de la ciudad
Aquí se puede apreciar bastante el trabajo que han hecho en la caja de seis velocidades. Las primeras marchas que en ciudad se quedan un pelín largas ahora se muestran muy progresivas y bien escalonadas hasta la quinta. En cuanto metes la sexta velocidad notas que el motor baja su régimen y mantiene la velocidad sin problemas ni cuesta arriba. La recuperación en sexta también es muy buena. Cerrando el gas hasta llegar a unos 60 km/h y volviendo a abrir a tope el motor, gracias a su inyección electrónica Mikuni de 38 mm es capaz de recuperar la velocidad de crucero de 120 km/h en pocos segundos.
Como entenderéis en un par de horas no da tiempo a hacer muchas mediciones técnicas, de ahí que no pueda precisar más el tiempo de recuperación ni cosas como el consumo. Tras el tramo de autovía tocaba otro con curvas cerradas, de esas de montaña que tanto abundan por aquí donde vivo. En este tramo descubrí un par de cosas. Por un lado que al motor Revolution X le gusta ir alto de revoluciones. No es amigo de entrar en curva con una marcha larga engranada e ir abriendo progresivamente. Ahí le dan unas toses que te recuerdan que hay que, bien bajar una marcha, bien ser más cuidadoso en la próxima curva a la hora de elegir la velocidad de entrada. Y eso que dispone de 60 N·m pero parece que el par máximo (medido a 4.000 rpm) está más bien cerca del punto de potencia máxima.
La segunda cosa que descubrí es que los frenos de esta Harley-Davidson Street 750 cumplen su función mientras no le busques las cosquillas. El disco delantero no es muy contundente y el trasero según me comentaron luego en el concesionario, necesitaba ajuste, con lo que tampoco demostró todo su potencial. A esto le sumamos la horquilla delantera con tarado blando y tenemos algún problema a la hora de circular a ritmo alto por carreteras reviradas de montaña. En el resto de ambientes creo que difícilmente encontrarás ninguno de estos “peros” en ella.
A cambio, si te metes en una carretera nacional con curvas redondas y enlazadas podrás disfrutar de ella sin problemas. La parte ciclo y el motor te permiten mantener un ritmo bueno siempre que seas suave con los mandos. ¿Que vienen unas enlazadas? Cortas un poco el gas, tocas el freno delantero para situarte en la entrada de la primera curva y vuelves a abrir gas. Las suspensiones filtrarán todo lo que haya en el suelo, el motor empujará sin titubeos y la geometría te permitirá cambiar de dirección sin hacer ningún extraño.
Se acercaba la hora acordada, así que antes de que la Harley-Davidson Street 750 se convirtiera en calabaza volví para devolverla a sus propietarios.
Las últimas impresiones
En el concesionario, una vez devuelta la moto, mantuve una charla muy entretenida con Alejandro Vicente y Carlos Guillena. Ellos me contaron que esta nueva Harley-Davidson es todo un desafío hasta para ellos, ya que está enfocada a un tipo de cliente que no es el habitual de Harley-Davidson. Recordemos que el objetivo es que esta moto sea el primer peldaño de acceso a la marca y que está pensada para un público más joven que el habitual.
Esto les lleva a momentos en los que ves como no saben la respuesta a algunas preguntas. Esto pasó concretamente al preguntarles por la arquitectura de las culatas del nuevo motor (del que prácticamente no hay datos técnicos). En ese momento confiesan que el cliente tipo de la marca nunca pregunta por esas cosas. Aunque a partir de ahora tendrán que corregir esos detalles, igual que completar los acabados de la moto. Que insisto que todavía es una unidad pre-serie y que cuando llegue al público puede que cambien algunas cosas.
El precio de la Harley-Davidson Street 750 es de 7.300 euros si optas por la versión negro brillante, y de 7.500 euros si optas por alguna de las otras dos decoraciones en negro mate o rojo. A este precio hay que sumarle el IVA y el 4,75% de matriculación sólo hay que sumarle la matriculación, que son unos 400 euros. Y también tendrás que sumarle el precio de los accesorios que le pongas antes de sacarla del concesionario, ya que para ella está disponible un catálogo exclusivo Black Label de prendas para ti y de accesorios para ella. También está disponible un kit de limitación a 35 kW para conductores con el carné A2 que rondará los 250 euros.
Las revisiones de este nuevo motor se hacen cada 8.000 km o cada año, y la correa se indica que deberá cambiarse a los 60.000 km o a los 8 años. No parece mucho mantenimiento para una moto que se espera que viva principalmente en ambientes urbanos. Para los más curiosos he de deciros que no he nombrado en todo el artículo la versión 500 de esta Harley-Davidson, pero es que ese modelo no vendrá a Europa, con lo que no hay nada que aportar sobre él.
Harley-Davidson Street 750 - Valoración
.21
A favor
- Precio
- Ideal para iniciarse en HD
- Agilidad
- Ausencia vibraciones
En contra
- Comodidad pasajero
- Frenos (cond. deportiva)
- Suspensiones (cond. deportiva)
La Harley-Davidson Street 750 ha sido cedida para la prueba por Harley-Davidson Alicante. Los gastos de gasolina han sido asumidos por el editor. Para más información, consulte nuestra política de relaciones con empresas.
El casco utilizado durante la prueba ha sido un NEXX Maxijet X.40 cedido por NEXX Helmets.
Parte anterior | Harley-Davidson Street 750, toma de contacto (primera parte)