Probamos la Harley-Davidson FXDR 114: una descomunal moto con alma dragster y sed de miradas
Algo está cambiando en Harley-Davidson. La firma de Milwaukee fundada en 1903 está luchando por abrirse camino entre una competencia feroz para labrarse un público nuevo, renovado y que les asegure el futuro.
Dentro de los muchos y sorprendentes planes de la firma americana está la Harley-Davidson FXDR 114, la que se postula sin ningún tipo de pudor como la Harley-Davidson más deportiva de la gama, bebiendo las aguas de la filosofía de las carreras de aceleración de cuarto de milla.
Harley-Davidson FXDR 114: deportividad a la americana
Harley-Davidson se ha propuesto dar un golpe de timón a su rumbo y este 2019 está siendo uno de los años clave en su historia. Cuando se cumplen 116 años desde su fundación en 1903 en Milwaukee están revolucionados, saben que deben renovar su planteamiento para afrontar un futuro que siga siendo tan prometedor como su pasado.
La firma americana va a poner en escena a la primera moto eléctrica full size de un marca de motos de las de toda la vida, y vendrá acompañada poco más tarde por dos modelos más mainstream en busca de calar entre las nuevas generaciones, esas que no están haciendo de relevo para los harlistas que hasta ahora habían sustentado su modelo de negocio.
Dentro de este cambio de planteamiento también se encuentran otras concepciones más tradicionales, con motor de combustión, pero fuera del radio de acción habitual para Harley-Davidson. Ya vimos que tienen preparada una moto trail, una streetfighter y una nueva custom, todas sobre una nueva plataforma modular, y esta FXDR 114 es la avanzadilla.
Con una filosofía más deportiva que nunca en la marca pero con el mismo espíritu de siempre, la Harley-Davidson FXDR 114 es lo más radical que ahora mismo tiene en cartera la casa de las barras y las estrellas. Una moto que es difícil que te deje indiferente cuando la ves, la escuchas o la sientes.
Descomunal. Esa es quizá la palabra más apropiada para definir a la majestuosa FXDR 114 que se estira sobre el asfalto como el león que se tumba imponente sobre la sabana. Sus medidas son exageradas con una longitud total de casi 2,5 metros y una altura mínima.
La parte delantera con un faro LED compacto contrasta con la larga horquilla invertida delantera y la llanta de 19 pulgadas que continúan las líneas de un depósito alargado. Pero es en la parte de atrás está la mayor dosis de carácter con un conjunto de asiento monoplaza y colín de aires deportivos que deja al aire una brutal rueda trasera de 240 mm de ancho tapada sólo por un portamatrículas anclado al basculante.
Las líneas son limpias y claras, sin recargas, donde sólo destacan dos elementos. Por un lado tenemos a un majestuoso motor de dos grandes cilindros en uve, y por el lado derecho dos enormes colectores terminan en un escape de tiro recto y formas poligolanes. En el cara a cara es una moto que infunde mucho respeto, repleta de personalidad.
Y es que esta FXDR 114 es, de largo, la moto que más miradas ha robado durante las pruebas que llevamos este año. Bueno, este año y muchos otros porque no recordamos una moto por la que nos hayan parado tanto, hecho tantos gestos de aprobación, levantado tantos pulgares o preguntado a pie de calle. Tanto es así que hasta una furgoneta estuvo a punto de tener un accidente por quedarse mirando en plena autovía dos carriles a nuestra izquierda.
Al sentarnos a los mandos de la Harley-Davidson actual con el espíritu más deportivo nos damos cuenta rápidamente de que no es una moto más. El asiento es bajo, largo y muy ancho, muy habitable para traseros XXL y con un escalón en la parte posterior convenientemente diseñado para hacer tope en una montura con aspiraciones dragster.
Estas mismas aspiraciones se ven en el resto de la ergonomía donde los estribos se ubican muy adelantados y más altos de lo habitual en la firma americana y un manillar plano y bajo que nos obliga a estirarnos hacia delante inclinando la espalda también para los que no llegamos al 'metro setenta'.
Mover en parado una moto de 2.425 mm de longitud y 289 kg de peso no es una tarea sencilla, pero al menos el asiento a 720 mm nos ayuda a realizar las operaciones pie al suelo de una manera bastante digna.
Damos el contacto haciendo uso del sistema keyless, sin llave, y se enciende bajo la máscara del faro un escuetísimo y modesto cuadro de mandos digital donde tendremos la velocidad, el nivel de combustible y un parcial/total. Debajo sólo le escoltan los chivatos tradicionales y para de contar.
Lo importante de esta moto es cuando el motor cobra vida. A golpe de botón en la piña derecha y tras un par de sacudidas 'king size' la bestia americana se despierta entre un rotundo rugido que acapara la atención de los oyentes y genera un profundo sentimiento de satisfacción para quien está a sus mandos.
Con 1.868 centímetros cúbicos, este bicilíndrico en uve a 60º Milwaukee-Eight es toda una fiera amenazante metida en una moto. Sus pistonadas son enormes y pequeñas insinuaciones sobre el puño derecho se convierten en vacío en gruñidos capaces de encogerte el alma si los escuchases en plena noche y a oscuras en las profundidades de un bosque.
Embragamos con una maneta algo dura, metemos primera con el sonoro 'clonk' marca de la casa y comenzamos a movernos sin ni siquiera tener que hacer uso del acelerador porque este motor es absolutamente todo par.
El rugido de América
Los primeros metros los hacemos con serenidad, intentando comprender las reacciones de una montura tan particular en la que hay que saber anticiparse en los giros más cerrados. Se puede serpentear entre los coches en tráfico denso, aunque teniendo bien presente que en este entorno la FXDR 114 ni es ágil, ni es ligera, ni es pequeña.
Pasamos el mínimo tiempo posible en la ciudad para buscar entornos más propicios y a poco que vemos un poco de terreno abierto no podemos hacer otra cosa que no sea comprobar las sensaciones que Harley-Davidson promete, así que dejamos caer la velocidad y, en cualquier marcha, enroscamos el puño derecho para recibir una más que poderosa patada en las lumbares que nos catapulta hacia delante.
El empuje de la Harley-Davidson FXDR 114 es totalmente descomunal en cualquier marcha que lleves engranada. Con 161 Nm de par motor esta moto acorta las distancias de una manera curiosa. Mientras estamos acostumbrados a que las motos que corren lo hagan en la zona alta, la FXDR 114 convierte pequeños incrementos de revoluciones a muy bajas vueltas en grandes incrementos de velocidad. Rebosa fuerza.
Bien es cierto que no es un propulsor al que le gusta girar alto de revoluciones, así que no hace falta buscar la línea roja porque antes de llegar al corte (que llega pronto) ya empieza a flojear un poco. Lo mejor de los enormes pistones de 102 mm de diámetro y un total de 1.868 cc está en la zona media donde se muestra simplemente demoledor.
Con unas aceleraciones contundentes aunque limitadas por la escueta estirada del tacómetro, llega la hora de probar cómo de deportiva se siente la FXDR 114 en tramos de curvas, así que nos vamos a un entorno más apropiado hasta encontrar nuestra carretera de montaña predilecta.
Allí la Harley-Davidson FXDR 114 sí que se muestra como la Harley-Davidson más deportiva, se mueve mejor de lo que esperábamos y es un paso adelante con respecto al resto de la familia, aunque no llega a ser lo que definiríamos como una moto ágil en relación a la competencia.
Su pisada es firme y recia, es una moto que va montada sobre raíles por geometrías, peso y, sobre todo, por el enorme neumático trasero de 240 mm. Se siente como un tren aunque permite cierto grado de improvisación. Eso sí, los baches son más perceptibles con el dónut trasero. Coges más baches de lo normal.
A nivel de suspensiones el amortiguador trasero prácticamente oculto hace su función aunque de una manera un tanto seca mientras que la horquilla delantera con un tarado bastante consistente contiene la precisión de los mandos. Sólo echamos en falta un primer recorrido más firme, pues al insinuar los frenos tiende a hundir algo más de lo que nos gustaría.
En el apartado de frenos el doble disco delantero con pinzas axiales de cuatro pistones hace su trabajo, aunque para conseguir frenar el conjunto habrá que aplicarse con vehemencia y ayudarse también del freno trasero.
Estilo propio con un 100% de carácter
Algunos criticarán a esta moto por no tener el genuino espíritu de Harley-Davidson, lo que sería un error, mientras que otros pondrían pegas a un motor que, sí, vibra. ¿Cómo no va a vibrar un motor con estas características?. Ambos estarían equivocados porque más allá de los gustos subjetivos, esta Harley-Davidson FXDR 114 rebosa de personalidad en cada uno de sus ángulos.
En el mismo sentido es de esperar que con un motor de este porte los consumos nunca van a ser reducidos. No es una Harley de las de antes, pero la FXDR 114 tiene bastante sed y el depósito de 16,7 litros de capacidad empieza a pedir un relevo rondando los 200 km, mostrando consumos de media muy por encima de 7 litros a los 100 km.
Donde sí hay que pararse a pensar un momento es en el precio y es que el precio de la Harley-Davidson FXDR 114 es de 26.700 euros en color negro y 26.950 euros en el acabado blanco ligeramente nacarado que ves en las fotos.
En efecto es un precio considerable pero quien esté interesado por esta moto, por esta en concreto, tiene muy claro que es un producto que destila carácter en todos sus sentidos. Precio, prestaciones, exclusividad, diseño y sensaciones (para bien y para mal) están justificados porque no hay un producto similar en el mercado sin recurrir a marcas minoritarias.
Por establecer algún paralelismo podríamos comparar a la FXDR 114 con la Ducati XDiavel. Una comparación cogida con pinzas porque son concepciones radicalmente distintas pero que nos sirve para orientarnos en el sentido de las power cruiser, la italiana se queda en unos 20.790 euros para la XDiavel S.
Por cierto, de serie la Harley-Davidson FXDR 114 está configurada como una moto monoplaza, sin asiento trasero ni estriberas, por lo que para poder llevar pasajero hay que recurrir al equipamiento opcional. Si es que alguien se atreve a montar de copiloto en un dragster...
Harley-Davidson FXDR 114 2019 - Valoración
7.1
A favor
- Motor superlativo
- Estética contundente
- Calidad de acabados
- Capacidad de recuperación
En contra
- Precio elevado
- Postura no apta para bajitos
- Tiene sed
- Manejabilidad escasa
Harley-Davidson FXDR 114 2019 - Ficha técnica:
Motor | ||
---|---|---|
Tipo | Bicilíndrico en uve Milwaukee-Eight® 114 | |
Cilindrada | 1.868 cc | |
Par motor | 161 Nm | |
Alimentación | Inyección electrónica | |
Caja de cambios | Seis velocidades | |
Parte ciclo | ||
Chasis | Tubular de acero | |
Basculante | Doble brazo de aluminio | |
Subchasis | Aluminio | |
Freno delantero | Doble disco con pinzas axiales de cuatro pistones | |
Freno trasero | Disco simple | |
Llanta delantera | Cinco radios doble de aluminio con gráficos grabados a láser | |
Llanta trasera | Lenticular de aluminio | |
Neumático delantero | 120/70ZR-19 60W | |
Neumático trasero | 240/40R-18 79V | |
Dimensiones y pesos | ||
Longitud | 2.425 mm | |
Altura del asiento | 720 mm | |
Depósito | 16,7 litros | |
Peso en seco | 289 kg | |
Precio | 26.700 euros |