Lo primero que quiero saber es cómo Javier adivinó de qué moto se trataba en el teaser de ayer porque me sorprendió. Casi utilicé todos los trucos que sabía: engañar con una pieza japonesa en una moto italiana, decir que era tetracilíndrica para que nadie pensase en Ducati… pero no hubo manera. Siempre hay alguien que reconoce la moto, en este caso la Ducati Desmosedici RR.
Sé que es subjetivo porque a algunos les gustarán las motos de otro tipo o segmento pero creo que es bastante acertado decir que la meca para un motorista es poder subirse y probar la Desmosedici RR. Después de hacerlo, ya nada te parecerá lo mismo. O al menos es lo mismo que me ocurrió a mi.
Los más viejos del lugar recordarán que en el 2008 pude asistir en directo a la puesta en la calle de una de estas unidades. Unos meses después tuve la oportunidad de probarla, pero esta historia la contaremos mañana. Hoy vamos a hablar de los detalles de esta moto casi única, porque como mucho, sólo hay 1.500 y de ellas, una unidad 667.
Ducati Desmosedici RR: un motor o una obra de arte
La Ducati Desmosedici RR es una evolución de la moto que pilotó en el 2006 Troy Bayliss y con la que consiguió la victoria en el Gran Premio de Valencia de ese año. Está propulsada por un tetracilíndrico en V a 90º y cubica 989cc.
Monta, lógicamente, distribución desmodrómica por cascada de engranajes y cuatro válvulas de titanio por cilindro. El cigüeñal y las bielas están fabricadas en titanio forjado y los pistones en aluminio forjado al nitruro. Todo con técnicas y materiales muy similares al del modelo de competición del que deriva.
El cárter se funde en molde de arena y las tapas del embrague, del alternador y el depósito del aceite están hechos de magnesio. La inyección, desarrollada por Magneti Marelli posee toberas de admisión de 50mm y cuatro inyectores cada uno de ellos de 12 agujeros.
¿Y para qué sirve todo esto? Pues para que la moto declare de aquella unos impresionantes 200CV a 13.800 vueltas y un par máximo de 11,8 Nm a 10.500 revoluciones. Hoy en días hay bestias como la BMW S1000RR que prácticamente calca estas cifras, pero no solo de caballos vive el hombre. Su caja de cambios es de 6 relaciones y de tipo cassette, es decir, extraíble completamente en forma de bloque.
El escape es 4-2-1 con catalizador para pasar la Euro3 pero también se suministra un escape abierto no homologado fuera de los circuitos que rebaja todavía más el peso del original y casi no tiene silenciador. Hace muuuucho ruido. Su salida, por la parte alta del colín es una obra de arte, con una tapa mixta en fibra de carbono y material cerámico a la vista que te hace quedarte embobado durante horas.
Ducati Desmosedici RR: ¿parte de ciclo? No, esto sí es un ciclo completo
El chasis de la Ducati Desmosedici RR es de los de verdad, de los de toda la vida, un Trellis fabricado en acero al cromo molibdeno que utiliza unas pletinas para unirse al subchasis. Este está construido íntegramente en fibra de carbono. Pensarlo hace que te dé repelús hasta sentarte. Su fabricación, idéntica a la de la MotoGP y es extremadamente rígida.
El basculante está fabricado en aluminio de diferentes formas. Por un lado, se pueden observar piezas mecanizadas y por otro otras realizadas mediante la técnica de estampación. Y si saltamos al lado opuesto, veremos que la pipa de la dirección nos permite regular el off-set entre 23,5º y 24,5º para adecuarla a nuestros gustos.
¿Unas cifras para vacilar con los amigos? Pues ojo al dato: el chasis pesa 7,2kg y resiste 4,250 NM/º de esfuerzo torsional mientras que el basculante pesa 5,4kg y su resistencia es de 1,470Nm/º. Para que hagáis una comparación, el chasis de la renovada Ducati 1098 es de aproximadamente 2,5 Nm/º, casi la mitad que la resistencia del de la Ducati Desmosedici RR.
Delante y detrás monta Öhlins, y no unas suspensiones cualquieras. Por primera vez se utilizó en una moto de calle una Öhlins FG353P, que de aquella rondaba los 8.000 euros si querías adquirir una por separado.
Si os fijáis de cerca veréis que el depósito para el nitrógeno presurizado está separado del propio cuerpo de la horquilla. Esto permite que bajo grandes exigencias, refrigere mejor y no se formen con tanta facilidad burbujas en su interior, manteniendo un funcionamiento más lineal. Su diámetro es de 43mm con tratamiento antifricción de nitruro de titanio.
El amortiguador tiene todas las posibilidades de regulación que te puedes imaginar. Y cambiar un click (en alta velocidad tiene nada más y nada menos que 48) si que se nota, no como las suspensiones pachangueras de otras motos, que prometen mucha regulación pero acabas dándole vueltas como al grifo y no ocurre nada.
Los frenos son una bestialidad porque equipa los mismos que se utilizaban en la Ducati D16 GP6 en mojado. Diámetro de 330mm, 5mm de espesor, pinzas Brembo monoblock de anclaje radial con pistones de 34mm y un mordiente que ni un cocodrilo. Detrás, pues algo más estándar (para que querer mas): 240mm y pinza con dos pistones opuestos de 34mm
Por último llegamos a las llantas y neumáticos. Las primeras, Marchesini, están forjadas en magnesio. Delante el diámetro es de 17 pero detrás sin embargo es de 16 pulgadas lo que obligó a Bridgestone a realizar unos neumáticos completamente especiales para ella. Y es que para la calle por aquel entonces no había nada semejante… bueno, y sigue sin existir.
Denominados como BT-01 UNO, sus medidas son 120/70ZR17M/C (58W) para el delantero y 200/55ZR16M/C (77W) para el trasero pero con un problema: su fabricación se hizo en el 2006 y ya no se volvieron a sacar nuevos neumáticos por lo que es un problema para sus dueños ponerle neumáticos que no estén caducados.
Y luego, innumerables detalles como el mando remoto para regular el freno delantero, no encontrar ni una pieza de plástico sino todas de materiales exclusivas (carbono, magnesio, titanio, ergal…). Podríamos estar horas pero…
Mañana hablaremos de lo verdaderamente importante: qué se siente al pilotar una moto de estas características. Pero hoy, disfrutad de las fotos del texto aunque no os dejéis los ojos, mañana en la galería las tendréis a alta resolución.
Continuará…
Gracias Mayte por las fotos y por supuesto, al dueño. Y sí, por fin me he dignado a escribir sobre la moto. Hasta ahora no estaba a su altura para transmitirlo.
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