Demos una fuerte bienvenida a la BMW R 1200 R, aunque alguno ya dió buena cuenta de ella en el acertijo del viernes. Desde tierras bávaras acude a nuestro encuentro una de las motos más ilustres y reputadas de la gama actual de BMW, una moto que pareces conocer de toda la vida y que es como una madre, porque te cuida, está pendiente de tí para que te sientas a gusto y que sólo falta que te haga la comida. El reino de las motos roadster tiene una reina, la BMW R 1200 R. Con R de Roadster, cómo no.
Y, antes de continuar, felicidades al señor charlip, digno ganador del bote acumulado esta semana compuesto por dos ciber-gallifantes. Me supo mal que no hubiera acertantes la vez anterior, así que todos volvemos a ser felices.
BMW R 1200 R: diseño alemán por todas partes
Lo primero de lo que vamos a hablar es de que no es el modelo pelao básico de la roadster por excelencia de la márca, sino que es una unidad con un paquete especial que se denomina Touring Classic y tiene un precio de 1.925 euros. Éste paquete incluye, además del pack Classic (a secas) que cambia el aspecto general de la moto con llantas de radios y pintura negra con una bonita franja blanca, el equipamiento Touring, que consta de:
- Colector de escape cromado
- E.S.A (Ajuste electrónico de la suspensión)
- Llantas de radios
- Ordenador de a bordo
- Puños calefactables
Sí os acercáis a la página web de BMW y miráis la R 1200 R de este año, luego volvéis aquí y la comparáis con la Touring Classic, quizá os pase lo que a mí, que me parecen dos motos completamente distintas, y creo que en BMW han dado en el clavo con este spin off de una de sus motos más conocidas y con más historia a sus espaldas. Por un lado el modelo básico tiene una imagen mucho más moderna de lo que venía siendo habitual, y por otro esta roadster con aspecto retro hará las delicias de a todos esos que les gusta el estilo de décadas pasadas.
No obstante, la electrónica está muy presente en esta BMW R 1200 R, y aunque haya bastantes botones, es muy sencillo familiarizarse con el funcionamiento de todos los componentes. El cuadro de mandos consta de dos esferas analógicas para velocímetro, con los testigos del control de tracción (desconectable) y del ABS (no desconectable), y tacómetro, con un pequeño led de sobrerrégimen en su parte inferior. Entre ambas se encuentra el display digital monocolor del ordenador de a bordo.
A través de este ordenador dispondremos de reloj horario, doble trip, cuentakilómetros, marcha engranada, temperatura exterior y del motor, nivel de combustible, trip de reserva, modo seleccionado de la suspensión y seguro que algo más que se me olvida. Vamos, que tendremos toda la información que podamos necesitar en marcha, salvo la del tiempo que vaya a hacer en nuestra ruta. Por encima del display digital tendremos una hilera con todos los testigos habituales.
Los mandos de las piñas son tirando a grandotes, muy típico de BMW, pero con un tacto muy agradable. Ningún pulsador está duro, pero hace ese suave click que nos indica en marcha y con los guantes puestos que ya hemos presionado lo que queríamos.
BMW R 1200 R: más vale bueno conocido que innovaciones en saco roto
No voy a perder demasiado tiempo hablando sobre las suspensiones de esta moto, porque los sistemas adoptados son archiconocidos. El motor además de ser un bicilíndrico de configuración boxer con 1.170 centímetros cúbicos, de alcanzar una potencia máxima de 110 caballos a 7.500 revoluciones y 119 Nm de par a 6.000, también es parte estructural de la moto y el Telelever delantero, así como el Paralever trasero, descansan sobre él.
Lo cierto es que aunque estos dos elementos de ingeniería lleven prácticamente toda la vida entre nosotros, nunca me canso de mirar cómo funcionan, sobre todo el sistema delantero (del cual saqué la foto del teaser, anda que no era fácil). A veces hasta me distraía en marcha mirando cómo subía y bajaba la pieza triangular que une la horquilla con el motor/chasis. Una bonita pieza con formas muy orgánicas que también monta en su lado izquierdo un amortiguador de dirección. Sí, sí, amiguitos, lleva amortiguador de dirección.
Quiero hacer incapié, ya que ha salido el tema, en los acabados de las piezas metálicas. No desmerezco en absoluto las que están fabricadas en plástico, que también son de una calidad altísima, pero desde el mencionado Telelever, hasta el tirante superior del Paralever, el eje de la rueda trasera, o las asas del pasajero están terminadas de forma sublime. Me encanta el metal, tanto material como musicalmente, y esta BMW R 1200 R me ha ganado el corazón.
Cambiando de tercio, el asiento es muy generoso en dimensiones, de hecho tiene una longitud superior al de la BMW F 800 GS que probamos hace unos meses, y ,por supuesto, es más ancho. Tiene formas muy orgánicas y el mullido se acomoda como una almohada viscolástica a las correspondientes posaderas. Todo un sofá en movimiento que en ninguna ocasión podrás decir que te resulta poco confortable.
Mañana empezaremos la andadura a bordo de esta germana de grandes curvas, y confieso que es el primer motor boxer sobre el que ruedo, así que vamos a ver qué tal funciona.
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